Pasaron 25 años del siniestro ocurrido el 31 de agosto de 1999, en el que un avión de la compañía Lapa viajaba hacia Córdoba y tras carretear por la pista del Aeroparque Jorge Newbery no pudo despegar, por lo que se estrelló contra Punta Carrasco causando una tragedia: 65 personas fallecidas.
Aquella noche, la aeronave de Líneas Aéreas Privadas Argentinas (Lapa) debía despegar desde el Aeroparque Jorge Newbery con destino al aeropuerto Ingeniero Ambrosio Taravella, más conocido como Pajas Blancas, en Córdoba. Jamás levantó vuelo. Salió de los límites del aeropuerto tras cruzar la avenida Costanera Norte y embestir un auto, arrastrar una cámara reguladora de gas y máquinas viales, frenar sobre un talud de arena de un campo de golf cercano y quedar envuelto en llamas.
Luego del siniestro, se comprobó el saldo: 65 personas muertas y 34 heridas. Por esa razón, la población quedo afectada por la mayor tragedia aérea de la historia argentina.
El caso fue investigado por la justicia federal porteña, y fue la primera vez que la justicia argentina investigó el hecho de manera sistémica, es decir que no solo se centró en lo que sucedió en la cabina.
El expediente fue elevado a juicio en 2005 y terminaron acusadas nueve personas: seis directivos de la empresa por el delito de estrago culposo y tres integrantes de la Fuerza Aérea por el de incumplimiento de los deberes de funcionario público. Se condenó al gerente de Operaciones de Lapa y al jefe de Línea de Boeing 737-200 a tres años de cárcel. El resto de los acusados de la empresa fueron absueltos. En 2010, el Tribunal Oral número 4, integrado por los jueces Leopoldo Bruglia, María Cristina San Martino y Jorge Luciano Gorini, confirmó la absoluciones. Y ya excedidos los plazos legales, la Cámara Federal de Casación anuló en 2014 las dos condenas que quedaban en pie por prescripción de la acción penal. De esta forma, la tragedia quedó sin justicia. Nadie fue preso.
Según la Junta de Investigaciones de Accidentes de Aviación Civil (JIAAC), el hecho fue por una negligencia del piloto y copiloto, quienes fallecieron durante el accidente. La Justicia había establecido que era responsabilidad de la Fuerza Aérea por falta de controles y de la empresa Lapa.
Años después de la tragedia, los trabajadores de Lapa denunciaron precarización laboral, malas condiciones de trabajo, falta de controles y de mantenimiento de los aviones. Al momento del siniestro, el piloto tenía la licencia vencida y la empresa estaba en infracción respecto de su licencia anual.
Lapa operó en Argentina desde 1976 a 2003. Era lo que hoy se llama una aerolínea low cost. En su apogeo, competía con Austral y Aerolíneas Argentinas, con pasajes cada vez más baratos y vuelos completos. Tenía una flota de 46 aviones. El vuelo 3142 era uno de los más populares de la empresa y hacía la ruta Buenos Aires – Córdoba.
No sólo hacía vuelos de cabotaje en todo el país, además tenía 10 destinos internacionales como Estados Unidos y Uruguay. Operaba tanto en el Aeroparque Jorge Newbery como en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza. Luego del accidente y con la crisis de 2001, la empresa presentó quiebra. Se quedaron con ella distintas compañías, como el Grupo Eurnekian en 2001 y AeroSur en 2002. En 2003 fue la quiebra y cierre definitivo.
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