El argentino Héctor Cúper se convirtió en el nuevo entrenador de la Selección de Uzbekistán a la cual intentará clasificar al Mundial de Qatar 2022 luego de haber estado de cerca de conseguir el boleto para Rusia 2018.
Alejandro Camaño, agente de Héctor Cúper hace más de dos décadas, confirmó que el timonel aceptó el ofrecimiento «porque le ponen la federación en manos de él».
«Más allá del aspecto económico, este país asiático por un gol no clasificó al último mundial. La Sub 23 viene de ganar la Copa Asia. La directiva le da el poder de manejar la mayor y la juvenil con el objetivo de colocar a Uzbekistán en el mapa futbolístico», afirmó.
Esta nación, que perteneció a la extinguida Unión Soviética, se quedó afuera de la repesca continental tras haber empatado sin goles en la última fecha del Grupo A frente a Corea del Sur.
Un trotamundos que no para de trabajar y que creció en Europa
Casi sin reconocimiento en Argentina, donde como jugador fue parte del Ferro campeón de Timoteo Griguol y logró un ascenso a primera división en la temporada 1989/1990 con Huracán, desde su entorno ponderan la carrera que realizó como DT en Europa.
«El prestigio de Héctor no es reconocido en Argentina. Él no hizo una carrera normal como futbolista en su país. Y llegó a triunfar como entrenador en Europa sin haber jugando allí. Creo que después de Diego Simeone, que tuvo una gran trayectoria como jugador que la abrió puertas, no hay un argentino más exitoso que Cúper como entrenador», opinó Camaño.
Amigo personal de su representado, este marplatense radicado hace mucho tiempo en España afirma que «Cúper no tiene cara de simpático y su perfil bajo quizás le jugaron en contra para que sea reconocido en su país».
Desde su debut como DT en 1993, tiene la particularidad de que sólo en dos ocasiones estuvo parado casi un año, cuando dejó Inter para asumir en Mallorca por segunda vez y cuando se fue del Al Wasl para firmar con Egipto, país al que devolvió a un Mundial después de 28 años.
«¿Por qué no le gusta parar? Héctor es muy respetuoso de las ofertas de trabajo. Y dice siempre que un entrenador debe estar en el campo. Cuando le llega un proyecto y ve buenas condiciones para desarrollar su crecimiento, él termina aceptando», cerró.