El urutaú es uno de esos misterios de la naturaleza que, al conocerlo, no podés dejar de admirarlo. Esta ave, conocida por su capacidad para pasar desapercibida gracias a su increíble camuflaje, tiene un aspecto tan sorprendente como su peculiar canto melancólico. Aunque se oculta perfectamente entre la vegetación, su presencia no pasa desapercibida para quienes tienen la suerte de cruzarse con él. Con una combinación de características únicas, no podés perderte algunas de las curiosidades que esconde este fascinante pájaro.
El nictibio urutaú (Nyctibius griseus), conocido también como ave bruja, pájaro fantasma, kakuy y otros nombres, es una especie que habita en Centroamérica y Sudamérica, desde el sureste de México hasta el noreste de Argentina y el sur de Paraguay.
Esta ave, perteneciente a la familia Nyctibiidae, se destaca por su peculiar aspecto, especialmente por su forma facial, que lo hace fácilmente reconocible. Este pájaro se alimenta principalmente de insectos, lo que lo convierte en un animal inofensivo para los seres humanos. Sin embargo, debido a que no es común verlo en áreas urbanas, su aparición suele generar temor en la gente.
Con un plumaje gris que le permite camuflarse perfectamente entre la vegetación, el urutaú es mucho más fácil de escuchar que de ver. De día, se queda inmóvil y erguido en la punta de un palo seco, con una postura que lo hace parecer una corteza, y por el anochecer se convierte en el protagonista de su propio misterio, al emitir un lamento que recuerda al llanto humano.
Su canto melancólico y su comportamiento nocturno, junto a su capacidad para pasar desapercibido convierten a este pájaro en uno de los más enigmáticos de la región. Además, tiene una característica aún más intrigante: pone solo un huevo durante su ciclo reproductivo.
Origen del nombre y leyendas sobre el urutaú
El nombre urutaú proviene del idioma guaraní: se cree que deriva de dos palabras: guyrá que significa “pájaro” y taú, que se traduce como “espíritu”, “duende” o “fantasma”. Así, la traducción sería algo como “pájaro fantasma”.
En algunas comunidades, esta ave tiene un significado espiritual muy importante, y se lo protege debido a las creencias que lo vinculan con los espíritus. Asimismo, en diversas culturas indígenas, este pájaro es considerado un mensajero de los espíritus o, incluso, un presagio de mal augurio.
Esta ave está rodeada de diversas leyendas que varían según la región. En Argentina, una de las historias más conocidas cuenta la tragedia de una niña muy traviesa que maltrataba a su hermano, un joven noble y trabajador. Cansado de su comportamiento, el hermano la llevó al bosque, la hizo subir a un árbol y le pidió que esperara mientras él iba a buscar miel.
Al regresar, cortó todas las ramas del árbol y dejó a su hermana atrapada en lo alto. Desesperada, la niña comenzó a llorar, repitiendo “kakuy, kakuy”, que se decía era el nombre de su hermano. El canto melancólico y semejante al llanto humano de este pájaro dio lugar a la creencia de que este pájaro simboliza la tristeza de la niña atrapada en el árbol.