El veredicto en el juicio que se le sigue a un fletero acusado de haber asesinado de más de 20 puñaladas y un escopetazo en el rostro a su hermana melliza durante una discusión, en 2018 en Cipolletti, se conocerá este martes en los tribunales de esa ciudad rionegrina, informaron hoy fuentes judiciales.
En el banquillo de los acusados se encuentra Juan Andrés García (57), mellizo de la víctima Juana Dora García y quien podría ser declarado culpable del delito de «femicidio».
Según las fuentes, en su alegato de cierre, el fiscal Martín Pezzetta consideró que el acusado «era consciente de sus actos y que el crimen encuadraba en un caso de violencia de género».
De acuerdo a los voceros, antes de ser asesinada, la víctima había denunciado a su mellizo por violencia física y psicológica en el fuero de Familia y la Oficina de Atención a la Víctima del Delito.
«Estamos ante un caso en el cual se observa la máxima expresión de violencia contra la mujer: el femicidio», sostuvo el fiscal Pezzetta ante el Tribunal de Juicio de Cipolletti integrado por los jueces Julio Sueldo, Marcelo Gomez y Laura González Vitale.
En cuanto a la punibilidad o inimputabilidad del acusado, Pezzetta valoró la declaración del psicólogo del Cuerpo de Investigación Forense de Viedma, Cristian Battcock, quien consideró que «no existía emoción violenta», tal como lo planteó la defensa en una pericia en la que, según este experto, «no se percibía una ausencia de recuerdos o memoria parcial, característica particular de las situaciones de emoción violenta».
El fiscal también sostuvo que en ese peritaje «no se tuvieron en cuenta algunas declaraciones que obraban en el legajo y que pertenecían a amigas de la víctima y que otras que sí se tuvieron en cuenta resultaban inexactas de acuerdo a lo observado en el debate».
Por su parte, el defensor público Juan Pablo Piombo pidió la absolución de Juan García basándose en su argumento de la supuesta inimputabilidad al tiempo que remarcó que tanto el acusado como su hermana ya habían mantenido «incidentes domésticos» y que padecían «patologías psíquicas».
Para Piombo, este cuadro era una derivación, entre otras cuestiones, del síndrome de la «familia aglutinada» que se refiere a una alta dificultad para abandonar el hogar.
El defensor señaló que en el caso del imputado, las patologías, sumadas a un «historial de conflictos intrafamiliares», se intensificaron cuando la justicia ordenó su exclusión del hogar y una serie de problemas económicos.
También afirmó que no se daban los presupuestos de violencia de género ya que «existía una relación de simetría entre la víctima y el imputado».
Tras los alegatos de las partes, el tribunal pasó a un cuarto intermedio hasta el martes próximo cuando dará a conocer su veredicto.
El hecho ventilado en el debate ocurrió alrededor de las 21 del 29 de mayo de 2018, en una casa situada en O’Higgins al 900 del barrio Pichi Nahuel de Cipolletti, en el oeste de la provincia de Río Negro, donde los mellizos, oriundos de la ciudad mendocina de San Rafael, residían junto a su anciana madre.
Esa noche los hermanos mantuvieron una discusión en la que la mujer primero fue atacada a golpes en la cabeza, luego apuñalada unas 20 veces en distintas partes del cuerpo y finalmente murió tras recibir un escopetazo en el rostro.
Ante esta situación, la madre de ambos se refugió en una casa vecina, mientras que el personal de la comisaría cuarta de Cipolletti, alertado de lo ocurrido, halló a Juana muerta en su habitación y detuvo a su mellizo.