En mitad de los dos shows marplatenses con que Illya Kuryaki & the Valderramas (IKV) arranca su 2014, Dante Spinetta aseguró que la banda que lidera junto a Emmanuel Horvilleur y que en 2012 retomó su andar tras un paréntesis de una década “no se va a separar más”.
“Aunque vayamos a sacar discos solistas próximamente, la banda está consolidada y tenemos a un grupo humano fuerte también, así que la idea es que IKV no se rompa más”, detalló Spinetta en charla con Télam.
El músico sostuvo que junto a su amigo desde la niñez “estamos relajados y con un plan: que fluyan las ideas, que fluya la libertad”.
Pero enseguida subrayó que para alcanzar ese estadio, “la banda que nos acompaña es una monada fórmula uno y tiene toda la técnica; también es gente que viene trabajando hace mucho con nosotros y somos un equipo”.
“Nos subimos y todos saben lo que hay que hacer -añadió- y está esa energía de buena onda de tirar para adelante y de que suene, de fluir con el sonido y que la gente disfrute”.
La referencia, en lo estrictamente musical, remite a las labores de Rafa Arcaute en teclados, Pablo González en batería, Carlos Salas en percusión, Francisco Fattoruso en bajo y Matías Rada en guitarra.
Esa formación tuvo un lucido arranque de temporada el miércoles último en el balneario Arena Beach donde ofreció un poderoso concierto gratuito que reunió a unos 10.000 espectadores.
“La verdad es que disfrutamos mucho. En este momento del año nos gusta venir a hacer este show, ya hace tres años que lo venimos haciendo y la verdad es un caño hacerlo porque tocás para la gente y tocás para el mar también. Se arma una comunión especial con la gente bajo el sol y la música suena diferente también”, reflexionó Dante.
Uno de los hijos del fallecido artista que comandó Almendra, Pescado Rabioso e Invisible, insistió con las motivaciones del recital playero porque “uno actúa diferente, se viste de manera diferente y de alguna manera toda esa energía tan grande que tiene el mar te llega porque uno se abre y está bueno”.
En la misma sintonía, el cantautor, de 37 años, arriesgó que “arrancar el 2014 con un show increíble así, es algo que lo tomamos como un buen augurio para lo que viene”.
Con la misma fuerza, la agrupación que volvió de la mano de “Chances”, un álbum donde logró asentar su identidad en el torbellino de búsquedas e influencias, volverá a tocar gratis en Mar del Plata el miércoles 29 de enero.
Esa noche, desde las 20, en Las Toscas, IKV compartirá velada con Miranda!, El Cuarteto de Nos, La Ley (estrenando al ex Soda Stéreo Zeta Bosio como bajista) y Poncho, en el marco del ciclo Movistar Free Music.
Para un poco más avanzado el año, en el que Spinetta anunció que quiere “seguir tocando y seguir tocando”, se publicará un disco y DVD en vivo con el recital que IKV ofreció en el estadio Luna Park en agosto pasado.
“Además -avisó- hay tres videos: el de `Madafaka´ Y los de `Amor´ y `Helicópteros´, que respectivamente hicimos en el Valle de la Muerte en California y en Coachella en el Valle de Fuego, o sea que es todo un material esperando para salir”.
El creador, que en solitario publicó tres álbumes (“Elevado”, “El apagón” y “Pyramide”), analizó entonces que la agrupación “está abierta a que pase lo que tenga que pasar. Lo que sí sabemos es que es un buen momento y por eso y hay que seguir generando contenido y no desaparecer”.
-¿Siente que IKV ya superó con creces la casilla de la fusión, de la mezcla?
-Somos una banda mestiza y no solamente en estilo sino también en realidad y fantasía, entre el cielo y la tierra, el infierno y el amor. Nos gusta salir y sorprendernos a nosotros mismos cuando hacemos un disco y no tener límites estilísticos ni estéticos. Somos una banda que quiere representar esa libertad de la creación.
-¿En qué basan esa libertad?
-En que crecimos escuchando mucha música diferente y a la hora de entrar a grabar un disco nos podemos parar un día en un lado mas “popero” y otro día en un lado más “soulero”. Vamos sintiendo así como un día sale el sol y otro llueve. Vamos fluyendo con lo que pase sin miedo y yo creo que las bandas, en general, no tienen que tener miedo a jugar y a arriesgarse.
-¿El hecho de haber encontrado un discurso es el que les permite acercarse a temas de discos como “Chaco” (1995), “Versus” (1997) o “Leche” (1999) que hoy integran el repertorio del grupo?
-Eso demuestra que nuestra música ha madurado y discos que en su momento fueron mirados con escepticismo, hoy son más aceptados, porque el mundo se acostumbró más a esas propuestas, pero nosotros seguimos bajo el lema de nuestra ley, que es la no ley.