En pleno parate consensuado de Illya Kuryaki and The Valderramas (IKV), Dante Spinetta lanzó Puñal, un disco acerca del desamor y del divorcio, donde el cantante y guitarrista deja fluir su pasión por el hip hop y el R&B, pero también por la canción y el rock latino.
Luego de la separación de su ex pareja, Dante fue componiendo canciones que fue grabando casi solo en el estudio de la familia, La Diosa Salvaje, aunque contó con la ayuda de Rafa Arcaute, hoy el tercer IKV, el bajista Mariano Domínguez y el baterista Pablo González.
“Tiene que ver con algo personal de sentirme desgarrado. Por eso Puñal, que es un arma de proximidad que para que te lo claven te tenés que acercar muchísimo. Representa la decepción o ese sentir que no podía confiar casi en nada. La mitad del disco es esa cosa más personal, propia, y la otra mitad tiene una mirada de la ciudad de Buenos Aires, de la calle y de lo que está pasando, en canciones como «Puñal» o «Pesadilla». Cuando sentís ese infierno, se cuela en todo, por eso es un disco que no busca ser más que lo que es. No busco que sea positivo; es un momento de mi vida y es lo que pasó, no hay artificios”, dijo Dante a la agencia de noticias Telam al momento del lanzamiento.
“En «Pesadilla», hay algo de Fito (Páez) conceptualmente, medio Ciudad de pobres corazones, tiene una tintura de eso y lo reconocí cuando lo hice. Aquel momento en el que Fito grabó ese disco me impactó mucho de chico, y la historia del asesinato de su abuela y de su tía; en ese momento estaba muy cercano Fito a mi casa. Unos años después me regaló el disco de Public Enemy Fear of a Black Planet; fue terrible. Venía siempre y a mí me influenció mucho en esa época, pero mi viejo (Luis Alberto) siempre fue lo que más me gustó. En este disco hay canciones que tienen algo medio «spinettero» y no reniego de eso”, confesó.
Para agendar
El show en Rosario tendrá lugar este viernes, a partir de las 23, en La Sala de las Artes de Suipacha 98 bis.