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Darín, en Rosario, en medio de la polémica

Con cuatro funciones, vuelve este jueves a la ciudad la obra que cuenta con el poderoso texto de Ingmar Bergman bajo la dirección de Norma Aleandro

Precedida de la polémica que rodea por estos días al actor Ricardo Darín tras la denuncia de la actriz Valeria Bertuccelli por el destrato que habría sufrido en la primera temporada de la obra hace cuatro años, vuelve este jueves a Rosario Escenas de la vida conyugal (se había presentado en la ciudad en 2015, con Érica Rivas como coprotagonista), el poderoso texto de Ingmar Bergman bajo la dirección de Norma Aleandro, ahora con la actuación de Andrea Pietra.

Luego de las exitosas presentaciones llevadas a cabo el año pasado, siempre con localidades agotadas en Madrid, Bilbao y Barcelona, la pieza regresó al país en lo que se supone es su gira despedida, con cuatro funciones casi agotadas en el Auditorio Fundación Astengo.

En esta versión teatral que Bergman realizara sobre su película homónima, el autor presenta a Juan y Mariana, sus dos protagonistas, relatando al público una secuencia de escenas que tienen que ver con la relación que mantienen durante su matrimonio y la que continuarán llevando aún después de haberse divorciado.

En la obra, lo íntimo, lo privado, lo políticamente incorrecto de una pareja en picada se hace público a tientas, en medio de un puñado de pasajes agridulces, por momentos descarnados, en otros apelando a una cierta compasión que inspira, irremediablemente, una profunda tristeza, independientemente de la risa que se dispara a primera vista.

Distanciados, casi ajenos al conflicto, los protagonistas, a proscenio, le presentan al público lo que será la recreación pautada de algunos pasajes de la vida íntima de Juan y Mariana, un matrimonio de profesionales con un buen pasar y dos hijas; ella de 39, él de 48, una pareja tan llena de convenciones como de lugares comunes, que no podrá evitar la debacle de la convivencia que pasará por los vaivenes y las contradicciones del desgaste y que, a pesar de todo, con el amor indemne, conocerá acerca del desamparo, el desapego y, sobre todo, hará carne la pérdida del deseo, más allá de asumir, finalmente, que el suyo es un “amor imperfecto”.

Así, desde la añoranza de un tiempo feliz hasta llegar a la resignación de “una cama de clavos”, solos, habiendo perdido la instancia lúdica que toda pareja tuvo (o debería tener) en algún momento, repasan esas escenas de la vida conyugal (de una vigencia inusitada) como una terapia, sin dejar de lado la melancolía y al mismo tiempo el sarcasmo. En ese recorrido, la pérdida de la juventud y de la historia de amor que los volvió “diferentes”, los arrasa y unifica en la abulia, en el aburrimiento que los hace familiar y socialmente “aceptados”.

La veracidad con la que estas instancias están representadas hace imposible que el público no se identifique por lo menos con algunas de las reacciones de sus personajes, que tanto pueden resultar divertidas como dramáticas pero que siempre tienen que ver con el amor y la condición humana, que es en lo que reside el gran éxito de esta obra.
Escenas de la vida conyugal ya fue vista por más de 350 mil espectadores a lo largo de sus más de 450 representaciones en Argentina, España, Uruguay, Chile y Perú.

Para agendar

Con funciones previstas hasta el domingo (jueves, viernes y sábado a las 20.30, y el domingo a las 20), Escenas de la vida conyugal se presentará en el Auditorio Fundación Astengo, de Mitre 754

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