El Perugia de Luciano De Cecco se consagró campeón de la Superlega de Italia por primera vez en su historia. En el quinto partido de la serie ante Civitanova, se impuso por 3-0 (25-22, 25-23) y alcanzó así su primer Scudetto y el triplete de la temporada: Copa, Supercopa y Liga. Le resta jugar el Final Four de la Champions.
Fue la revancha de finales perdidas y llegó en un momento duro para el santafesino por una pérdida familiar. Se le había negado en la temporada 2012/13 con el Piacenza, ante Trentino, y hace dos años, ya en Perugia, ante Modena. Además, fue el sexto argentino en ganar el Scudetto y elegido mejor armador del torneo.
En la segunda mitad de la década del 80, con la famosa camada que fue medalla de bronce en el Mundial de Argentina 1982, se abrieron las puertas del vóleibol italiano. Incluso, el pico más alto de participantes se dio en la Temporada 1987/88, cuando 13 argentinos fueron protagonistas de la elite.
Dos de los primeros que emigraron fueron Raúl Quiroga y Esteban Martínez, que fueron parte del legendario Panini Modena que Julio Velasco condujo al éxito más grande de la historia. Ese equipo italiano fue tetracampeón consecutivo con Quiroga y el “Mono” Martínez en 1986; con Esteban De Palma, que recién llegaba al país, en 1987; y con Raúl Quiroga, una vez más, en 1988.
La llegada de Daniele Bagnoli a Modena en 1993 dio inicio a otro ciclo dorado del equipo. Para muchos la principal figura de ese equipo fue Juan Carlos Cuminetti, quien llegó al tiempo del entrenador y se quedó siete temporadas, siendo clave en los Scudetto de 1995 y 1997. Cuminetti, bronce en los Juegos Olímpicos de Seúl 1988 con la Selección de Argentina, se convertiría después en el argentino en disputar más ligas de Serie A1 en toda la historia: ¡14!
Iban a pasar casi 20 años para un nuevo festejo grande en la elite del vóleibol italiano. Fue Sebastián Solé, contemporáneo a Luciano De Cecco, el que llegó primero a la cima en esta nueva era. En 2015, con Trentino el central rosarino logró ganar el tan ansiado Scudetto.
