Puede que Central no esté mostrando buenos resultados futbolísticos, pero el club de Arroyito sumó un punto al dar presente en Resistencia, en una nuevo Encuentro Nacional de mujeres. Los colores aurizules fueron telón de fondo entre discusiones políticas y de género durante la tarde chaqueña, entre mates y charlas. Lo que demuestra que las mujeres están dispuestas a abrir los espacios de discusión en un territorio hasta hace poco inexpugnable para el feminismo como lo es el fútbol argentino.
Charo, Mónica y Carla llegaron a Resistencia desde Rosario. Son hinchas canallas que van al Gigante a pasarla bien, a alentar a su equipo, pero reconocen que hay cosas que no les gustan. “Puto”. “Maricón”. “Pareces una nena”. Los insultos arraigados en la violencia machista están siempre presentes, como en cada estadio de la Argentina. Pero lejos de quedarse calladas y ausentes, las chicas dan batalla. Por eso decidieron llevar una bandera auriazul a Resistencia. “Nos pareció un buen lugar para mostrar el «trapo»; viste que el fútbol es un lugar tan patriarcal, y tenemos que empezar a copar esos espacios con buena onda”, contaron.
Y es que la discusión feminista parece abrirse paso en el club de Arroyito. En agosto pasado, el club fue sede de la primera charla sobre violencia de género, discriminación y diversidad sexual que se dio en un club de fútbol profesional argentino. “El machismo, la violencia de género y la discriminación atraviesan todos los espacios de la vida cotidiana, pero en el deporte no suelen hablarse. Están muy invisibilizados. Que los clubes empiecen a ser parte de esos debates que hoy están dando las mujeres y los colectivos de diversidad en las calles es fundamental”, habían dicho desde la organización, a cargo de Coordinadora de Hinchas, un grupo de futboleros y futboleras que buscan que los debates sociales no estén ajenos a los clubes.