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De country en country: Pachelo, además de sospechoso en caso Belsunce, va a juicio como dealer

El ex vecino de María Marta García Belsunce, citado a indagatoria 15 años después del asesinato, será enjuiciado como vendedor de drogas sintéticas en las llamadas Florio Fest, fiestas exclusivas en casaquintas del Gran Buenos Aires.

Nicolás Pachelo, el ex vecino del country Carmel de Pilar que fue citado a declaración indagatoria como sospechoso del crimen de María Marta García Belsunce, deberá afrontar en unos meses un juicio en el que está acusado de ser uno de los dealers que vendía éxtasis en las denominadas Florio Fest, fiestas VIP del tipo after hour que se organizaban en quintas del conurbano bonaerense.

Fuentes judiciales informaron que la causa recayó ante el Tribunal Oral Federal 1° de San Martín, con sede en Olivos, donde sólo resta definir si el debate se hará antes de fin de año o si se programará para 2018. Acusará el fiscal general Marcelo García Berro, quien ya presentó ofrecimientos de prueba, y la defensa del ex vecino de Carmel a cargo de su histórico abogado, Roberto Ribas.

De los 13 imputados que llegaron a juicio, Pachelo no es el miembro de la banda más importante, ya que según reconocen en su requerimiento de elevación a juicio el fiscal federal de Morón Sebastián Basso y su colega Diego Iglesias, de la Procuraduría de Narcocriminalidad (Procunar), “se ocupaba exclusivamente de la venta directa al consumidor” dentro de una de las fiestas.

Además, el hombre que en los próximos días será indagado por el caso García Belsunce no estaba en la mira de la investigación hasta que fue detenido el 20 de diciembre de 2015, en una quinta sobre la ruta 28 de la localidad bonaerense de General Rodríguez.

A Pachelo le imputan la figura de tráfico ilícito de estupefacientes –en su modalidad de tenencia con fines de comercialización– agravado por haber sido desplegado de manera organizada junto a más de tres personas, delito que prevé penas de hasta 20 años de cárcel. Según el requerimiento fiscal, en el operativo en el que la Policía Federal (PFA) interrumpió la fiesta, Pachelo fue detenido en uno de los tres gazebos donde se vendían drogas con bolsas tipo Ziploc con 111 pastillas de éxtasis: 21 de color verde, 74 rosas, 14 azules con el logo de una paloma y dos rojas con una marca ilegible.

También tenía un cilindro plástico con cocaína, que luego aclaró era para consumo personal, y la suma de 5.200 pesos. Pero, además, uno de los agentes encubiertos de la Policía Federal que estaba presente en la fiesta antes de que se inicie el allanamiento declaró que el propio Pachelo se le acercó y le vendió “una pastilla verde agua claro” por “200 pesos”.

Pachelo, quien por esta causa estuvo seis meses detenido pero luego fue excarcelado bajo fianza, se defendió en sus indagatorias diciendo que no estaba en la fiesta como dealer, que las pastillas estaban en el gazebo pero no le pertenecían y que la venta al agente encubierto no quedó registrada ni en audio ni en cámara oculta.

Los otros imputados son el empresario y fisicoculturista Florio Javier Lenartowicz (47), presunto organizador y financista de la banda; su novia, la ex modelo y diseñadora rusa Marina Sokolova (35); el relacionista público Javier Burgos (44); Federico Landoni (32); José Claudio Madalinsky (43); Nicolás Manrique (24); Nicolás Ezequiel Paniagua (29); Diego Stamati (35); Hugo Orlando Cueto (46), y José María Vázquez (37).

Florio Lenartowicz y su pareja rusa, Marina Sokolova, piezas clave de la banda.

En el caso de los dos últimos acusados, Luis Tucci (48), sindicado líder de la barra brava de Huracán, y Javier Hernán Rodríguez (32), su defensa, a cargo del abogado Guillermo Schmidt, pidió la separación de causas para pactar penas en un juicio abreviado, algo en lo que ya dio su conformidad la fiscalía.

Fiestas exclusivas

A todos, los fiscales Basso e Iglesias les atribuyen haber formado parte “de una organización delictiva cuyos objetivos se centraban en el tráfico ilícito de sustancias estupefacientes, que llevaban adelante en diferentes eventos que ellos mismos organizaban en locaciones ubicadas en la provincia de Buenos Aires –Pilar, Moreno, Pinamar, entre otros– y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, conocidos bajo los nombres de Good Morning y/o Florio Fest”.

La investigación se inició el 1º de octubre de 2014 con la declaración de un informante protegido, quien delató a Lenartowicz, Burgos y Landoni como organizadores de fiestas after hour en casaquintas y locales privados, que promocionaban entre conocidos y a través de sus contactos en Facebook, donde se vendía “cocaína, éxtasis, ketamina y LSD”.

El juez dispuso escuchas telefónicas y puso a trabajar en la pesquisa a Drogas Peligrosas de la PFA, que, a su vez, a lo largo de un año infiltró agentes encubiertos en las fiestas. En las escuchas, surgió que la banda hablaba de Karina para referirse a la ketamina, de Pasti por el éxtasis y de Blancanieves por la cocaína.

“Todo pago”

Los fiscales también mencionan que la organización “entregaba dinero a los diferentes estamentos del Estado Municipal, para obtener las autorizaciones” para hacer sus fiestas privadas y que en año nuevo de 2015 a Lenartowicz le avisaron que suspendiera una fiesta prevista en General Rodríguez porque “la Brigada Antinarcóticos de Morón” iba a hacer un allanamiento, pese a que él ya tenía “todo pago” con la policía local.

En otra de las escuchas, Florio dialoga con Daniel Bellini, dueño del boliche Pinar de Rocha de Ramos Mejía y quien desde 2013 está con prisión domiciliaria por la condena a 15 años de prisión que tuvo por el homicidio de su pareja Morena Pearson, en 2008, y allí hablan de ser “laxos” en los controles, de las “pastillas de menta” y de tener cuidado con “el tema fierros y púas”.

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