La mañana del 30 de junio de 2013, la tranquilidad dominical del macrocentro rosarino mutó en una película de acción en cuestión de segundos. Policías de la ex Dirección General de Control y Prevención de Adicciones (antes conocida como Digedrop) venían siguiendo una caravana de tres autos que, de acuerdo con un dato preciso, estaban involucrados en una operación de tráfico de drogas desde Corrientes. Fue cuando los sospechosos notaron la presencia de los uniformados, en Santa Fe y Callao, que desde un Honda Accord partió una lluvia de balas contra los patrulleros que alcanzó para cubrir la fuga a pie de los ocupantes de ese vehículo. Algunos policías fueron embestidos en la maniobra y un Renault Logan también escapó.
No corrió la misma suerte una pareja correntina, que era parte de la operación y se movía en el tercer auto, un Volkswagen Bora. Ambos fueron detenidos tras un breve trayecto, en Avellaneda y Montevideo. Y cuando los efectivos requisaron el Honda al abrir el baúl un olor dulce e inconfundible invadió el ambiente. Distribuida en 275 panes, el inventario arrojó 249 kilos de marihuana prensada, de origen paraguayo.
De Itatí a Rosario
La pareja detenida, Darío Héctor Oscar Tabares y Valeria Evelyn Ratti, y un hermano del primero, Rubén Ángel Tabares, llegaron a un juicio oral que empezó este miércoles en Rosario, seis años después del hecho, lapso en que el vaivén procesal los tuvo excarcelados y detenidos. Los tres están procesados por tráfico de drogas en la modalidad transporte. Tienen 37, 30 y 39 años y son oriundos de Itatí, Corrientes.
Cuando el presidente del Tribunal Oral Federal Nº 2 declaró abierto el debate, el primero en declarar fue Darío Héctor Tabares. De padre policía y madre enfermera, el hombre de 38 años dijo ser de profesión transportista y técnico en laboratorios y admitió estar en proceso de purgar una condena a 6 años por una causa iniciada Paraná en 2011 por el mismo delito que ahora es juzgado. Entre declaraciones espontáneas y respuestas a las preguntas de la fiscal Federica Tiscornia, Tabares, apodado Laco (pese a que dijo no tener apodos), brindó una jugosa declaración que, en parte, apuntó a desvincular a su ahora ex novia y a su hermano.
Un plan secreto
“Todo lo que hice fue sin el consentimiento de Valeria ni de mi hermano; yo les dije a ellos que íbamos a conocer Rosario y que tenía que encontrarme a charlar con dos personas”, comenzó su relato sobre aquella mañana de domingo el menor de los hermanos itateños. “Entonces Valeria era mi novia y estaba embarazada de un mes. Le propuse ir a visitar a sus parientes de Villa Gobernador Gálvez y, de paso, tener más privacidad porque en Corrientes no nos podíamos ver mucho. También invité a mi hermano”, dijo.
“Llegamos a Rosario en un Bora el día anterior a la detención, yo no conocía la ciudad y encontramos un hotel preguntando”, siguió su relato Tabares, quien remarcó más de una vez que su hermano y pareja no estaban al tanto de su otro plan, que involucraba el transporte de una carga de marihuana prensada.
El domingo por la mañana el Bora con los tres ocupantes salió del hotel Garden de Pichincha. Tabares “tenía que charlar con dos personas” pero antes, dijo, su hermano se bajó del auto con intenciones de recorrer la ciudad caminando.
Enlace
Tabares dijo que tenía una misión como enlace entre un hombre oriundo de Goya y otro de Rosario, que se manejaban en un Honda Accord y un Renault Logan, respectivamente. Con ellos se reunió en dos tiempos en la calle, durante el trayecto desde Callao y Brown a calle Santa Fe. Y dio nombres: “Javier González”, alias Port, tenía la droga en Honda Accord, y el destinatario era un tal “Oscar”, a quien también nombró como “Martín Masculín”.
En 2013 las declaraciones en off de los investigadores apuntaron que la carga de marihuana tenía como destinatario la banda de los Monos, atribulada entonces por el reciente asesinato de Claudio “Pájaro” Cantero, ocurrido en mayo. De hecho, las crónicas de la época detallan que el personal de Digedrop había encontrado un mapa con destino a la zona sur de Rosario.
Sin embargo en la primera jornada de debate ningún nombre vinculado con el clan de barrio la Granada apareció durante las declaraciones.
Tanto Rubén Ángel Tabares –detenido horas después de la persecución– como Valeria Ratti, quien dijo ser hija de un oficial de Prefectura, habían negado los cargos en su contra durante la instrucción y no brindaron declaraciones ni respondieron preguntas durante la primera jornada de juicio.
Las próximas jornadas continuarán con las declaraciones de testigos y la producción de prueba. El TOF 2 está integrado por los magistrados Osvaldo Facciano (presidente), Germán Sutter Schneider y Beatriz Caballero de Barabani. La fiscal de juicio es Federica Tiscornia.