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De la ansiedad al sosiego

Por: Pamela Bailo Giordana

El mejor proceso en la terapia es enfocar desde las virtudes. La polaridad de la ansiedad es el sosiego, la reflexión, la calma… La paciencia. Como en la depresión hay un apego y un sustento en el pasado, lo que se perdió, lo que murió, es un duelo no elaborado. En la ansiedad hay apego al futuro, la base de las creencias, los mandatos, la fantasía del “cómo será” lo que todavía no es ni llegó, es la pérdida de la conciencia del hoy y es el haber olvidado el libre fluir de la realidad, sin control.

Siempre las emociones dolorosas tienen su contraparte funcional, pero para llegar a ser nuevamente en esa virtud faltante es necesario en primer lugar reconocer la emoción, luego asimilarla, esto implica aceptar que es parte de uno mismo, que sí es real y posible que se esté sintiendo eso que no gusta para reconocerse en esa disfunción, y luego se logra la liberación en el recorrido hasta lo positivo mientras se logra oír el mensaje que ésta tenía guardado, el para qué de estar viviendo bajo la norma de esa polaridad que nos generaba dolor. Ésta es la vía de tránsito hacia la plenitud de Ser Íntegro, en perfecto equilibrio y armonía.

Es fundamental comprender que este proceso de despegue de viejos hábitos de comportamiento es doloroso y lo es siempre, porque aun así estemos abandonando una forma de actuar que nos dañaba, es necesario elaborar el duelo de ese desapego, para darle lugar sin remanencias de lo anterior a la nueva concepción de vida en el aspecto finalmente sano.

En la filosofía de vida de autoconocimiento para estar en constante contacto con la propia evolución: el estado consciente, es inherente atravesar este proceso, que ni es bueno ni es malo, es simplemente intenso. Es el atravesamiento en el cuerpo físico de nuestras emociones, pensamientos y espiritualidad, que para ser sostenida esta nueva y elevada vibración es excluyente dejar ir los patrones de conductas de baja calidad. Y esto sólo permite el proceso intermedio, que al finalizar su recorrido simplemente queda como resultado la expansión de nuestro Ser.

(*) www.pamelabailogiordana.com

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