La disolución de la Guardia Urbana Municipal (GUM) decretada por el intendente Pablo Javkin dará pie a otro cuerpo con los mismos agentes que revistaban en el anterior, nuevos uniformes y vehículos para una tarea que, señalaron voces oficiales, apunta a una mayor cercanía con los habitantes de los barrios rosarinos y presencia privilegiada en los espacios públicos y en los centros comerciales.
De la GUM se pasa a la denominada Área de Control de Proximidad, que estará bajo la órbita de la Secretaría de Control.
Las tareas de los agentes reciclados en el nuevo dispositivo, prometieron desde la Municipalidad, permitirá una «diferenciación clara de las atribuciones policiales y las municipales, evitando la confusión entre las actividades de uno y otro».
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La Secretaria de Control, Carolina Labayru, agregó que «la finalidad de esta determinación es la de llevar adelante políticas de descentralización, a los fines de avanzar hacia un Estado más eficaz, eficiente, cercano y participativo». Un cambio de imagen para un cuerpo con fines ambiciosos en el momento de su creación, en 2004, que se desdibujó con el tiempo y comenzó a recibir fuertes críticas de sectores políticos y la ciudadanía.
La GUM salió a la calle el 29 de julio de 2004, durante la intendencia del fallecido Miguel Lifschitz, como un cuerpo municipal auxiliar de la Policía en las tareas de control de convivencia, no armado. Se basó en iniciativas esbozadas durante la gestión de Hermes Binner. Prometía personal con entrenamiento para la resolución pacífica de conflictos que contribuyera a una mayor sensación de seguridad. A 27 años, las expectativas no se cumplieron y Javkin decidió cambiar esa imagen.
“Los nuevos agentes tienen la función de disuadir acciones que atenten contra la buena convivencia, controlar el uso indebido del espacio público, de la venta ambulante, atender las denuncias por ruidos molestos y realizar controles vehiculares, además de asistir a los vecinos”, explicó la secretaria Labayrú.
Esos nuevos agentes –su número deslizado es de 170– son, en realidad, los de la disuelta GUM. Y desde la Intendencia aseguraron que mantendrán las mismas condiciones laborales, incluido el sueldo, lo que fue saludado por el Sindicato Municipal.
Labayrú agregó que los agentes de Proximidad estarán identificados con su nombre y apellido para que “los vecinos los conozcan y puedan tener un intercambio directo”.
Otro color, móviles tuneados
Los agentes de Proximidad vestirán uniforme azul con detalles celestes, a tono con los colores del logo de la Municipalidad, más ribetes blancos.
Los vehículos serán también los mismos, pero ploteados: ahora, blancos y la palabra “control” en el tono celeste institucional.