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De la mano del pibe Castro que anotó por duplicado, Newell’s goleó a Estudiantes en el Coloso

Fiesta de gol en el Parque y otra victoria resonante en el Coloso para ilusionar a los hinchas. Fue 4 a 2 para la Lepra frente a Estudiantes, con un Nico Castro iluminado que anotó por duplicado y además asistió a Giani en el tercer y gol, que quebró el partido.

Newell’s mostró ambición, intención de ir a ganar desde el pitazo inicial. Tuvo desaciertos defensivos, que pusieron en riesgo el partido, pero volvió a mostrar carácter, actitud, no se dio por vencido ni siquiera cuando el partido lo puso en dudas. Había pasado con Talleres, se repitió con el Pincha. Un cambio decisivo si se repasa el equipo golpeado en el ánimo que heredó Gamboa.

El partido enseguida mostró las cartas de cada entrenador. Gamboa puso en cancha su 4-3-3 con intenciones ofensivas, Zielinsky su conocido y rendidor 4-4-2. Y no fue casualidad que la pelota la manejara la Lepra, como lo proponía el partido.

Y Estudiantes le mostró a Newell’s que a pesar del cerrojo que proponía Zielinski, en el fondo no estaba estable, en especial por la espalda de Pasquini. Pero a la Lepra le sobraba pelota y le faltaba precisión. Castro no aparecía y Sordo y Giani generalmente decidían mal. Y el 0 a 0 no se movía.

Había que ajustar el pase final, y lo hizo Giani, aunque el gol fue todo de Scocco. Nacho le marcó el pase por la espalda de Pasquini, llegó hasta el fondo donde parecía quedarse sin opciones, pero metió un enganche y definió de zurda para unn1 a 0 a esa altura (11 minutos) merecido.

Estudiantes no salió, le costó entender que tenía que salir a atacar. Y Newell’s siguió dominante, aunque no supo aprovechar el momento. Faltaba precisión, ese momento pensante que por ahí te puede dar un Maxi Rodríguez, hoy ausente.

Hasta que llegó un error, otra vez una falla defensiva le resolvió al rival lo que no podía lograr por mérito propio. Aguerre salió jugando con Estudiantes presionando y buscó un pase a Sforza que encontró a un rival. Newell’s mal parado, la pelota llegó a Castro y puso el 1 a 1.

El equipo de Gamboa sintió el golpe. Estuvo un rato largo tambaleante, como un boxeador que pedía la campana para recomponerse.

El partido se quebró, se hizo desprolijo, con defensas inestables que permitían que cada ataque tuviera expectativa de gol. Y en ese barullo, Castro inició y terminó una contra para el 2 a 1. No duró nada la alegría, al minuto Manuel Castro empujó en el área chica para el 2 a 2. En otro momento hubiera sido trompada de nocaut, pero a este Newell’s no lo tumba un golpe, hace falta mucho más.

Por eso fue por el triunfo, aunque Aguerre tuvo que meter alguna atajada para que no sea derrota. Y apareció el pibe Castro, para iluminar la noche. Asistencia exquisita para que Giani defina mano a mano y ponga el 3 a 2. Y al ratito un pase perfecto a la red desde fuera del área para que la noche sea perfecta. Un 4 a 2 que contra un equipo de Zielinski es difícil de encontrar. Pero Newell’s lo hizo. Porque tiene ambición, carácter y esta vez tuvo a Castro en modo crack.

La previa del partido

Uno ganado, uno perdido. El ciclo Gamboa por ahora suma buenas y malas desde los resultados, aunque dejó buenas señales desde el carácter y por momentos del juego. También tiene sus grises, con algunos rendimientos individuales bajos y una situación física que sigue en observación, más allá de que se ven mejoras respecto del semestre pasado.

Este jueves habrá un nuevo examen, porque en realidad Gamboa transita tiempos donde debe demostrar partido a partido que está apto para el banco leproso, no para la dirigencia ni para Bernardi, sino más bien para algunos hinchas, quienes siguen desconfiando de todo y cuesta convencerlos.

Newell’s jugará ante Estudiantes en el Coloso, donde hace diez días tuvo una presentación alentadora, esperanzadora. Fue en aquella victoria 3-2 ante Talleres, tras ir dos goles abajo, mostrando que anímicamente el equipo está fuerte, a diferencia del ciclo Burgos o el final de Kudelka, donde un empujoncito lo dejaba en el piso sin poder levantarse.

Gamboa atraviesa desafíos. Y el primero es consolidar una formación titular. Las lesiones pretorneo de Maxi Rodríguez y Pablo Pérez fueron un problema, que se acrecentó con dos nuevos jugadores lastimados: Julián Fernández y Franco Escobar. Y además se sumaron los expulsados, producto del ímpetu que hoy muestran los jugadores. Pasó con Scocco ante la T, y con Cristaldo frente a Argentinos.

El entrenador apunta a no modificar el esquema 4-3-3. Cree que es el mejor dibujo para su idea de pensar en el arco de enfrente, con presión alta y ataques constantes de los laterales. También apuesta a la tenencia, algo que no sucedió en el partido ante el Bicho y por eso –más allá de jugar con un hombre menos- Newell’s lo sufrió.

El gran problema parece ser definir un once titular para darle confianza partido a partido. Y ahí aparecen algunos puestos con signos de interrogación, que con el correr de los partidos necesitarán tener un titular más firme.

Falta el seis, un refuerzo que demora en llegar. Por ahora el pibe Mansilla cumple, con errores lógicos que pueden suceder por su inexperiencia. Y en los laterales todavía hay dudas. A Franco Escobar le está costando un poco volver tras un tiempo importante parado y Gabriel Compagnucci es una buena alternativa que hace dudar al entrenador. Y por izquierda, Gamboa apostó por Mariano Bíttolo, pero no tuvo buenos rendimientos y Franco Negri espera agazapado desde el banco.

Si la lesión de Pablo Pérez fue un problema para el mediocampo, la de Julián Fernández lo desestabilizó. El ex All Boys parece ser el cinco ideal para lo que pretende Gamboa, algo que parece costarle a Juan Sforza. Mientras, Cacciabue y Nico Castro se afirman y convencen.

Arriba, ante el Pincha faltará Cristaldo pero volverá Scocco. Juan Garro apunta a ser titular seguro, para cumplir con el rol de delantero rápido por afuera, pero el juvenil Sordo no pisa con firmeza. Sin el Churry, tal vez se banque un partido más.

¿Cuál será Newell’s? El de los primeros treinta minutos ante Talleres, donde dominó a un equipo que en los últimos tiempos lo había tenido a maltraer. O será ese equipo que quedó desestabilizado dos veces ante la T e hizo recordar a la versión reciente de pobres resultados. Mejor aún, podría ser el que levantó con carácter, juego y pelota parada un partido irremontable. O el que se bancó jugar con uno menos ante Argentinos, aunque terminó perdiendo por un descuido. Por ahora es una incógnita, esa que deberá develar el propio equipo partido a partido.

Aunque esa desconfianza de algunos hinchas, golpeados por el pasado reciente, obliga a conseguir buenos resultados para ganar tranquilidad y que aquellos que miran de reojo y parecen saltar impulsivamente ante cada adversidad, crean un poco más.

Creer, convencer, recuperar confianza dentro y fuera de la cancha. Eso es lo que busca Newell’s desde la llegada de su nuevo entrenador. Este jueves tendrá una nueva prueba. Si la pasa, el ánimo subirá y el cielo se aclarará. Caso contrario, los nubarrones volverán al Parque, y ya nadie soporta vivir siempre con tormenta.

Concentrados

El plantel leproso entrenó este miércoles por la tarde y luego quedó concentrado de cara al cotejo ante Estudiantes. Fernando Gamboa no confirmó el equipo, aunque quedó descartado Franco Escobar por la molestia en el pie derecho y su lugar lo ocupará Gabriel Compagnucci, mientras que Nacho Scocco irá por el suspendido Cristaldo.

Las otras dudas pasan por el nivel futbolístico de Mariano Bíttolo, que podría darle un lugar a Franco Negri; mientras que Juan Garro está con una molestia física y podría ser reemplazado por Pablo Sabbag o Justo Giani.

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