Aflojar con el inventario y sumar inventiva. Algo así dijo Spinetta en algún momento de sus últimos años. Y en eso estamos cada cumpleaños, cuando llega el aniversario del primer número de este diario, El Ciudadano, especialmente en estas casi siete temporadas de experiencia cooperativa: cantamos de vez en cuando una que sepamos todas y todos –a veces nos pasa como al Flaco y ya medio que nos resistimos a entonar “Muchacha” –, pero nos entusiasma mucho más hablar de proyectos, y de cómo los errores que cometimos al concretarlos no estarán, nos prometemos, presentes en los que estamos a punto de plasmar.
Pasar con prisa y sin pausa de la redacción papel al streaming puede dar para mil notas, pero en este caso vamos a intentar un mix de grandes éxitos y las ideas de las nuevas canciones que en los últimos tiempos nos permitieron crecer y posicionarnos.
De un diario papel de nicho, de fuerte identidad política, con una tapa resemantizada en esta era de las redes sociales, que no es lo mismo que un diario para pocos, El Ciudadano ha llegado hoy a una potencia en la web y en las redes que nos ratifica como una voz ineludible en la ciudad y en la provincia, que no reniega de tener una agenda generalista, masiva, además de la agenda propia.
En buen criollo: jamás arriamos nuestras banderas, pero sumamos nuestro punto de vista sobre temáticas que en otros momentos habíamos elegido no abordar. Por qué: el signo de los tiempos es dar la batalla contra las voces únicas, las explicaciones fáciles y unívocas, no sólo en terreno propio, en nuestra trinchera, sino convertirnos en vanguardia para salir a disputar esos temas que aparecen como triviales, pero en realidad trasuntan ideología.
Contra la concentración, además de inventiva y prepotencia de trabajo, quienes pretendemos modelos alternativos de comunicación, quienes sostenemos que en un medio el periodismo debe estar por sobre todo, debemos ser competitivos; y en esta época eso es muy fácil de saber, está al alcance de quien quiera saberlo.
Por caso, hay un sitio llamado Similar Web, donde cualquier/a hija/o de vecina/o puede saber cuántas visitas tiene elciudadanoweb y cuántas sus competidores. No es el IVC, Ibope o alguna encuesta pedida a una consultora, paga por supuesto. Es gratis.
Hay variaciones mensuales, pero podemos decir, por ejemplo, que en septiembre de 2023, para esta fuente de acceso público tuvimos 2,1 millones de usuarios únicos. Esto representa unos 5 millones de páginas vistas. ¿Qué significa? Que esas más de dos millones de personas hicieron clic en alguna de nuestras notas, en total, unas 5 millones de veces.
¿Ser competitivos es tener clics? ¿Tener clics brinda credibilidad? Obtener clics con cualquier cosa, con fake news, con noticias sensacionalistas, va contra nuestra identidad, y por eso conspira contra nuestra marca. Y nuestra marca es todo.
El Ciudadano es una marca de prestigio –se puede consultar otro sitio gratuito, Scimago Media–, por lo cual cada número que podemos mostrar, con mucho orgullo, es genuino. Y en eso estamos con la cooperativa La Cigarra. Tratando de inventar nuevos productos, nuevas marcas, no importa cuál sea el soporte, la herramienta.
Así, pretendemos que cada historia que contamos, más allá de que pinte nuestra ciudad, Rosario, o pinte el mundo tenga nuestro punto de vista. Modesto, pero firme en su objetivo de que la información es fundamental para el ejercicio del más preciado bien que recuperamos hace cuatro décadas: la democracia.
Conscientes de la crisis que atraviesa no sólo nuestro oficio sino nuestro país, pretendemos seguir aportando una perspectiva diferente, nuestro sello, nuestra mirada. Y seguir entonando con el Flaco: “Se traspapelará / se traspapelará la historia / y siempre habrá un don / siempre un mismo don en el aire…”.