El candidato a gobernador bonaerense por el peronismo disidente, Francisco de Narváez, buscó seducir a la conducción del socialismo para que forme parte del frente electoral con el radicalismo, que dio por hecho.
Parafraseando a los dirigentes más importantes del PS, De Narváez dijo que no tiene «ningún límite» con el socialismo y por el contrario los convocó a formar parte de una construcción política y del eventual gobierno bonaerense.
«No tengo ninguna duda de que tienen hombres y mujeres que nos pueden aportar un enorme valor, donde ellos quieran estar. A mí me parece que esta condición de poner límites en los hombres y no en las políticas es un error, discutamos las políticas, discutamos dónde tenemos las diferencias», señaló.
En declaraciones televisivas, el titular de Unión Celeste y Blanco recordó también que con el socialismo votaron en igual sentido «el 82 por ciento móvil y la nueva ley de medicina prepaga y en contra de la 125».
En ese contexto, dio por descontado un acuerdo con el candidato presidencial de la UCR, Ricardo Alfonsín, al asegurar que juntos «vamos hacer y no vamos a dejar que se robe un peso, porque ambos creemos que la ley y el cumplimiento de la ley es un principio básico para gobernar bien».
«Ambos creemos que el crecimiento económico que hoy tenemos en gran parte por el esfuerzo propio de los argentinos y mucho nos está llegando de afuera», remarcó y añadió que también los une «una vocación de pacificar, de unir, de sumar, de salir de esta confrontación permanente en la que nos ha metido el kirchnerismo que en lugar de ser un movimiento que habla desde lo nacional y popular, habla de un populismo barato y corrupto».
Por otra parte, De Narváez enfatizó que «se puede ganar en primera vuelta» en referencia a las elecciones presidenciales de octubre próximo.
«En Santa Fe las dos fórmulas del kirchnerismo -Rafael Bielsa y Agustín Rossi- no superaron los 26 puntos» dijo y se preguntó «¿Dónde están los 50 puntos de Cristina? ¿Dónde está el fenómeno que Cristina ya ganó?».
De Narváez sostuvo que «es el momento de construir una opción que vaya a la primera vuelta, que gane en la primera vuelta y que le dé certeza a los argentinos que es lo que les falta hoy».
«Hoy los argentinos tienen la cabeza llena de preguntas, por la inseguridad, por la falta de trabajo, por el aumento de los precios, por la dificultad que tenemos en cuestiones de inversión y de relaciones con el mundo. Viene un gobierno para poner los cimientos de una Argentina que luego comienza a discutir qué modelo de país queremos», completó.