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De Nochebuena y vacaciones

En Garibaldi 5420 colectan productos para repartir entre las familias de la zona para esta Navidad. Además, juntan fondos para que 55 chicos viajen a la costa atlántica, a conocer el mar.

El trabajo incansable de una mujer a quien cariñosamente tildan de loca es apoyado por un grupo de vecinos que hoy se embarcaron en una nueva misión, por partida doble: cajas navideñas para las familias carenciadas de la zona y un viaje a San Clemente del Tuyú para 55 pibes que no conocen el mar (ver aparte). Quienes deseen colaborar pueden llamar al 153083560.

Elena Gauna es reconocida por su trabajo cada agosto por el día del niño. Llevaba años trabajando como serena de una empresa de transporte que hace 4 años dejó de existir. Vive junto a su esposo e hijos en el edificio que integra el terreno de Garibaldi 5420. El espacio tiene una superficie de 60 por 20 metros y allí funciona una canchita de fútbol que han improvisado los mismos vecinos de la zona. Allí festejó durante 7 años el día del niño y ahora será el lugar escogido para el armado de las cajas navideñas que espera poder recolectar antes del 23. “La idea es recolectar panes dulces, turrones, budines y un poco de jugo, todo para que los chicos tengan una mesa dulce esta Navidad. Hasta ahora tenemos muy poco, pero tengo fe de que vamos a conseguir más productos” comentó Gauna a El Ciudadano.

A su vez, la mujer señaló que para el último día del niño recibió tanta ayuda que muchas de esas personas se sumaron para la idea navideña y “cada uno que done algo, si también quiere participar del reparto de las cajas el 23, está invitado; así también verá que lo que donó está en buenas manos”, sostuvo.

Elena explicó también que a su alrededor se encuentran decenas de familias que integran el barrio Vía Honda, el barrio Toba de Rouillón al 4100 y el Fonavi de bulevar Segui y Rouillón, para quienes se realizan estas actividades.

En agosto, un éxito

El último día del niño se pudo notar la preocupación de Elena Gauna cuando vio que tenía muy pocas golosinas y juguetes para entregar a los chicos del barrio. El año pasado habían asistido unos 1.200 pibes de la zona y no todos se fueron con un juguete. La convocatoria se había desbordado debido a la crisis económica y Gauna trabajó hasta el último minuto para preparar la merienda de los 2.500 chicos que se dieron cita este año en el galpón de Garibaldi 5420. “Fue increíble ver a tantos chicos, pero era lo esperado porque muchas familias se habían quedado sin trabajo y qué mejor ocasión que ayudarlos a pasar un día del niño feliz”, dijo.

Para esa tarde, la mujer recibió 1.700 facturas, 300 litros de chocolate, 25 litros de jugo, 900 alfajores, 10 mil caramelos y 10 mil chupetines, y prepararon unos 3.024 pastelitos y 200 churros y pirulines, además de envolver los juguetes en buen estado que repartió entre los 2.500 chicos que festejaron su día.

Paralelamente, manifestó que toda esa ayuda “fue de parte de vecinos, de personas comunes, no hubo ninguna empresa, mucho menos autoridades que nos hayan ayudado con esto. Sería bueno que para esta nueva colecta aparezca algún funcionario o empresario y nos done, por lo menos, unos 50 panes dulces; yo sé que eso será ayuda para 50 familias”, dijo.

Consultada sobre el motivo de tanta entrega, Elena fue concreta: “Estamos preocupados por nuestra realidad y no por la del otro, como si ellos vivieran en otro planeta. Los vemos revolver la basura buscando comida y decimos «uy, pobrecito» y seguimos de largo, en vez de acercarles un poco de comida. Entonces hago lo que puedo, que no es mucho, pero por lo menos en esta Navidad o el día del niño las familias se alegran por un momento”.

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