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De qué se trata el salvataje conocido como cram down, que dispuso el juez Lorenzini para Vicentin

La disposición está contemplada en la ley de Quiebras y Concursos para darle continuidad a una empresa a partir de la presentación de ofertas de interesados en administrar la compañía

La causa Vicentin tomó un nuevo rumbo luego de que Fabián Lorenzini, juez que lleva adelante el concurso de acreedores, rechazara la oferta de la agroexportadora y diera lugar a la figura de cram down o salvataje. Durante los últimos días hubo avances al respecto pero, ¿de qué se trata exactamente esta nueva instancia?

El cram down es un mecanismo de última instancia que permite que acreedores u otro actor externo pueda formular una propuesta para tomar el control. La disposición está contemplada en la ley de Quiebras y Concursos para darle continuidad a una empresa a partir de la presentación de ofertas de interesados en administrar la compañía.

La misma norma contempla que la propia concursada, es decir Vicentin, pueda presentarse en el período de concurrencia (cramdown) que se extenderá hasta mediados de octubre.

Salvataje de Vicentin: extienden plazo hasta el 17 de octubre para la presentación de propuestas

Durante la semana pasada la directora del Banco de la Nación Argentina (BNA), Silvia Batakis, dijo que la entidad que conduce –la mayor acreedora en términos individuales, con unos U$S300 millones- participaría de una oferta mixta para ser accionista de la continuidad de Vicentin.

Por su parte, representantes de otro importante acreedor privado también manifestaron la intención de efectuar una propuesta para evitar la quiebra del principal agroexportador de capitales nacionales.

Para ellos, los interesados deben mejorar la oferta de pago de la deuda realizada por Vicentin y rechazada por el juez, así como presentar un plan para mantener operativa las plantas de la compañía y los puestos laborales, entre otros requisitos.

Impulsores del cram down

Respecto a este recurso, el abogado penalista y patrocinante de un importante grupo de acreedores de Vicentin, Gustavo Feldman, explicó a El Ciudadano que el cram down “es una herramienta para hacer un buen intento, tanto para honrar la deuda con acreedores, mantener las fuentes de trabajo como para mantener un efector de generación económica en una de las pocas actividades estratégicas que tiene argentina”.

En relación a los objetivos que persiguen los acreedores, señaló: «Acá hay tres ejes troncales para lo que viene en el cramdown: la primera es la preservación de las fuentes de trabajo, la segunda es garantizar el funcionamiento del efector empresarial y comercial y la tercera es honrar la deuda. Eso se puede hacer».

También despejó las dudas sobre la operatividad de las plantas y los puestos laborales a partir de esta resolución y sostuvo: “Si va a influir va a ser de manera positiva, acá la negatividad era por la amenaza de que se aprobara la propuesta, hubiera sido condenar a la empresa a la quiebra”.

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