Por Candela Ramírez
Vitu Favalli y Camila Salas visitaron la redacción de El Ciudadano para contar la experiencia que compartieron junto a 70 personas más el último finde largo de noviembre: el Encuentro Federal de Nietes.
Se trata del segundo que realizan y esta vez la sede elegida fue Rosario. Duró tres días y se hizo en el Camping del Sindicato de Confiteros, al norte de Rosario. Vinieron jóvenes de entre 19 y 30 años de todo el país: hay regionales de Ciudad de Buenos Aires y localidades del conurbano, de La Plata, Córdoba, Tierra del Fuego, Mendoza, Pergamino, Santa Fe y Mar del Plata (solo ésta no pudo asistir). “Ya hubo reuniones con gente de Chaco para ir organizando una regional allá, se va expandiendo”, acotan. La mayoría no se conocía en persona pero venían organizando esto de manera virtual en los últimos meses.
Nietes Rosario hizo su primera aparición pública en septiembre de 2021, en la histórica ronda de los jueves que hacen desde 1977 las Madres de Plaza de Mayo. En Rosario la cita siempre fue en la Plaza 25 de Mayo frente a la Municipalidad, aquella vez se retomaba el ritual después de un año y medio de pandemia y de cuidados que impedían ese encuentro cara a cara.
Ese jueves chicas y chicos de entre 13 y 20 años se presentaron por primera vez bajo el nombre de Nietes. Se conocían por eso: por ser nietos y nietas de personas desaparecidas durante la última dictadura militar. Además, esa ronda era significativa por algo más: era la primera donde ya no había Madres de Rosario, las últimas habían fallecido los dos meses previos aunque el organismo continuaba su trabajo a través de otros familiares y militantes.
Vitu Favalli milita en el espacio desde su surgimiento en 2021. Su abuelo, Rubén Flores, está desaparecido desde junio de 1977. Camila Salas se sumó hace un año, “por suerte Rosario es población abierta”, aclara. Se refiere a que en la ciudad (y en la mayoría de las regionales del país) las personas pueden sumarse a Nietes más allá de tener o no una relación directa con la dictadura. Ella tiene una tía abuela que tuvo que exiliarse en los años de plomo.
Nietes se inscribe en la misma tradición que Abuelas de Plaza de Mayo y, sobre todo, HIJOS: cuando este organismo inició su militancia en los noventa se presentaron como “hijos e hijas de una misma historia”. Así se presentan, Favalli dice: “Entendemos que somos nietos de una misma historia, como generación, y que nos pasó a todes”.
Salas agrega: “Es algo colectivo. Entendemos que no puede ser que sean solo personas que están conectadas de forma sanguínea al conflicto porque no tiene que ver solamente con eso. Es poder encontrar todas las versiones de lo caótico que fue la dictadura militar y ver cómo se llevaron puesto todo”.
“Además, a nivel federal nunca dijimos nada tan explícito como si es o no población abierta. En Buenos Aires tienen un montón de gente y están en ese proceso de abarcar todas las sensibilidades posibles”, comparte Favalli.
Nietes con la “e” en “lenguaje inclusivo” que utilizan tantas militantes feministas: de esa experiencia se nutrieron también para el encuentro federal. Favalli explica: “Adoptamos un poco las dinámicas de los encuentros plurinacionales de mujeres, de talleres simultáneos y puesta en común”. Esos encuentros ya llevan 37 ediciones consecutivas.
Los tres días que duró el encuentro de Nietes recibieron ayuda de varios sindicatos locales y algunos bloques políticos tanto por el lugar donde realizaron el evento como por la ayuda para organizar las comidas y tomar registro de los talleres.
Cada participante podía decidir de qué taller participar, las opciones fueron: Identidad, Memoria y Salud Mental; Salud Mental Comunitaria; Búsqueda de Nietes; RCP y Formación Legal; Introducción a la Cyberseguridad; Juicios de Lesa Humanidad; Criminalización de la Protesta y Violencia Institucional; y Masculinidades y Mandatos de Género.
Contexto
En el último año cambiaron dos cosas: el resguardo a la hora de asistir a movilizaciones callejeras y el aluvión masivo de personas y consultas que recibieron todas las regionales. El cambio de signo político a nivel nacional tiene relación directa con ambas.
Nietes articula su trabajo con organismos como Abuelas de Plaza de Mayo (que busca a sus nietos, que en realidad son hijos de desaparecidos) y con la Conadi que es la herramienta legal que busca personas fueron robadas durante la dictadura. Además, tienen diálogo fluido con HIJOS para compartir experiencias y asesorarse.
Desde la detención de siete personas en la Plaza 25 de Mayo en Rosario en febrero de este año, cuentan con una red de abogados que asiste militantes para prevenir o actuar con rapidez ante posibles detenciones arbitrarias. En la provincia de Santa Fe es una novedad, a diferencia de Buenos Aires donde la represión estatal siempre tuvo otro tinte aunque en el último año empeoró considerablemente.
Quienes no asisten a las marchas controlan de forma virtual que todos hayan regresado a sus casas. Nunca vuelven solos ni se dejan puestas remeras o cualquier símbolo que los asocie a las causas por las que militan. Hasta 2023 se movían en sentido contrario a estas nuevas pautas de cuidado.
A casi 50 años del inicio del plan de exterminio y del robo sistemático de bebés en Argentina, hoy son muchos los jóvenes a quienes puede tocarles de cerca esta pregunta: “¿y si mis papás son hijos de desaparecidos?”.
Las dos integrantes de Nietes contaron que la búsqueda tiene un carácter muy artesanal y que, justamente a través de la experiencia de los demás organismos, entendieron rápido el valor que tienen los testimonios para este tipo de búsquedas. Entendieron, también, que deben ser respetuosos “de cada temporalidad” que manejan quienes se acercan a consultar o contar parte de su historia.
Por su parte, Nietes Rosario está conformando su propio archivo histórico: fotos y videos familiares, testimonios y registro de todo lo que ocurre en este tipo de encuentros. Además tienen en claro otro aspecto del país: en Argentina las adopciones irregulares fueron una constante antes, durante y después de la dictadura. Al igual que Conadi que puso a disposición todo su aparato para ayudar a quienes no conozcan su verdadera identidad (más allá de los crímenes cometidos por la dictadura), Nietes se suma a esa búsqueda. Se estima que en el país hay alrededor de tres millones de personas que no conocen su origen. En cuanto al robo de bebés en dictadura, se estima que aún falta encontrar a cerca de 400 personas.
Salas se pregunta: “¿Qué pasa con las formas de adopción? Nos importa la restitución de la identidad partiendo de la base de nuestra historia y de que lo que pasó en la dictadura no se repita pero pensamos en cómo se sigue repitiendo. Y hablamos por los desaparecidos en la dictadura pero también en democracia”.
En el encuentro todos se plantearon como objetivo de cara al 2025 “la necesidad de reconstruir el acompañamiento de los juicios en puerta”: estar ahí, en la puerta de los Tribunales Federales donde se tramitan las causas por delitos de lesa humanidad, con paneles, actos, proyecciones. Ser muchos y hacer ruido.
Calle y redes
Favalli y Salas entienden que asisten a un cambio de era: sus trabajos no son los mismos que los de sus padres y la comunicación tampoco la es la misma.
“En eso hay una contradicción porque para mí la comunicación desde la militancia no es lo mismo que una comunicación empresarial. Nosotros no buscamos vender nada pero sí buscamos de alguna forma llegar y si vamos a tener un Instagram que sea para encontrar ciertas herramientas o contactos con nosotros. Generar contacto es lo más importante. Después nos preguntamos si la comunicación y esta batalla virtual que se da qué tan real es y cuánto tiempo le queremos dedicar, pensamos a la comunicación de forma multimediática: en redes, en la calle, en podcasts, en radios. Hay que pensar cómo articularlo”, plantea Salas.
Su compañera Favalli agrega que asisten a una suerte de “avasallamiento de las redes” y que quizás apuestan “a lo contrario, a frenar y encontrarse cara a cara”: “Y en este encuentro está disfrute. Creo que un poco la distancia de la historia, de lo que fue pasando, nos permite también volver de otra manera. Lo pienso como estudiante de Psicología también”.
En Nietes conviven distintas identidades políticas, no hay una idea común de cómo está la oposición a este gobierno nacional que tiene políticas negacionistas o reivindicatorias en algunos casos acerca del Terrorismo de Estado. Favalli responde con un puñal:
—No hablamos de la dirigencia. Pero sabemos que nos quitaron treinta mil opciones de dirigentes.