La nueva apuesta internacional de Netflix, que aparece entre las preferencias de los consumos en la Argentina y la región, se llama Aniela y proviene de Polonia. Estrenada este 11 de junio, la serie ya figura entre las más vistas de la plataforma en varios países gracias a su mezcla de drama, ironía y crítica social.
Protagonizada por Małgorzata Kożuchowska, una de las actrices más reconocidas de ese país, la historia narra la abrupta caída y transformación de una mujer de clase alta tras un escándalo público.
La trama comienza en una exclusiva galería de arte de Varsovia, donde Aniela, acostumbrada a una vida de lujos, es sorprendida por la confesión de su esposo Janek (Jacek Poniedziałek), quien le dice sin vueltas que está enamorado de otra mujer y quiere el divorcio. Presa de la furia y la humillación, ella reacciona violentamente y lo apuñala, lo que desencadena su arresto y el inicio de una vida completamente distinta a la que conocía.
A partir de ese momento, Aniela abandona los salones elegantes y los brindis con champagne para enfrentar la crudeza de la vida real: sin dinero, sin casa y sin la custodia de su hija, se ve obligada a reconstruir su existencia desde cero. En ese camino, aparecen aliados y enemigos, como Marecki (Cezary Pazura), amigo de la familia y abogado; las gemelas interpretadas por Gabriela Muskala, y un empresario local encarnado por Filip Pławiak, que puede cambiar su destino.
Con ocho trepidantes episodios, la serie ofrece un equilibrio entre el drama emocional y momentos de comedia ácida, retratando con agudeza la diferencia de clases, el prejuicio y la lucha por la redención. En el mismo sentido, la ambientación juega un papel clave, contrastando los espacios lujosos de la alta sociedad con los barrios populares que ahora habita la protagonista.
Aniela fue bien recibida por la crítica especializada, que destaca el trabajo actoral y el enfoque fresco de una historia de caída y reinvención, que no le teme a los giros inesperados ni a los momentos de humor negro, a partir de una historia sobre cómo tocar fondo puede ser también el primer paso hacia una nueva libertad.