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De regreso a la esencia de un clásico

Juan Leyrado protagoniza “Un enemigo del pueblo”, el clásico del dramaturgo noruego Henrik Ibsen que el viernes desembarca en Rosario, a partir de una versión del director Lisandro Fiks

Volver a leer y a pensar a Henrik Ibsen pero de un modo menos contemplativo de cómo lo hizo alguna vez el norteamericano Arthur Miller en los años 50, cuya versión del clásico Un enemigo del pueblo, la más conocida y representada por estas latitudes, siempre mostró al Dr. Stockmann, el protagonista, bastante menos hierático de cómo lo imagino el genial dramaturgo noruego a finales del siglo XIX. Con ese objetivo, el talentoso director y dramaturgo porteño Lisandro Fiks llevó adelante su versión de esta obra que, tras su exitoso paso por la cartelera porteña, llega esta noche a Rosario para ofrecer dos funciones en el teatro El Círculo.

Un enemigo del pueblo, recientemente nominada a cuatro premios ACE, está protagonizada por Juan Leyrado como el Dr. Stockmann, con Raúl Rizzo como su hermano, acompañados por Viviana Puerta, Edgardo Moreira, Romina Fernándes y Bruno Pedicone, para volver a dar vida a este conflicto entre seres humanos, pero quizás de un modo más real, cercano y reconocible.

“La versión más conocida de esta obra, que es la misma que fue llevada al cine y se hizo muchas veces en el país en distintas épocas, es la de Arthur Miller. Lo maravilloso de esta versión de Lisandro Fiks, que además es el director, es que transcurre en el presente en un pueblito cercano a Buenos Aires, para eso adaptó algunos personajes, siempre con el pueblo en esa asamblea famosa, con la particularidad de que aquí el pueblo es el público: de pronto se enciende la luz de la sala, que se transforma en la sala de actos de ese colegio en el que Stockmann consigue explicar lo que le pasa, dado que su hermano, que es el intendente del pueblo, no quiere que él diga lo que sabe”, adelantó Juan Leyrado, uno de los actores más sólidos de su generación, acerca de esta historia en el que el médico denuncia que la aguas de un balneario (en esta versión, unas termas) que dan vida al pueblo como fenómeno turístico están contaminadas y eso pone en peligro la vida de las personas que pasan por allí.

“Lo que pasa en ese pueblo con ese conflicto y esos personajes se puede trasladar a lo que pasa en el país; creo que por una cuestión de época, el Dr. Stockmann siempre ha aparecido como el héroe; bueno, en esta versión no lo es tanto: acá tiene sus razones para plantear lo que plantea, pero también sus contradicciones, como tiene todo ser humano, en particular con su hermano intendente, porque también se hace más hincapié en las relaciones vinculares, entre los personajes de la familia, en la relación de esos dos hermanos; por eso digo que la obra se expande hacia otros lugares poco conocidos”, expresó el actor que por estos días también brilla como el protagonista del unitario La Caída, que se emite los martes por la Televisión Pública.

Pensar la democracia

“En esta puesta me basé exclusivamente en el texto original de Ibsen, en el cual este librepensador de finales del siglo XIX se cuestiona asuntos que aún hoy siguen siendo discutibles”, expresó el director Lisandro Fiks, conocido, entre otras, por 1982, Obertura solemne. Y agregó: “El tema central de la obra, el conflicto de intereses, de valores y de opiniones que separa a los personajes es de una actualidad sorprendente, lo que me permitió llevar esta historia a la Argentina de hoy, no en un contexto político real pero sí con nuestra idiosincrasia y lenguaje. En esta puesta de 2018 me interesó rescatar lo que considero que Ibsen se planteaba en 1882: no un conflicto entre buenos y malos, sino entre seres humanos, con sus contradicciones, sus miserias y sus virtudes. Seres reales, reconocibles, con los que uno puede identificarse, y con esto conseguir, quizás, que los espectadores salgan del teatro con más preguntas que respuestas”.

“Esta es una versión que trabaja sobre la idea de un ciudadano en democracia, y se pregunta si realmente conocemos nuestros derechos y obligaciones en relación con la democracia, qué conocimientos tenemos cuando vamos a votar; votamos por lo que escuchamos y leemos de los candidatos o tenemos un pensamiento propio”, destacó Leyrado. Y completó: “La obra trabaja sobre estas cuestiones e invita al público a pensar sobre lo que nos pasa, porque a veces nos sentimos traicionados y quizás no hicimos un análisis profundo acerca del lugar del que vienen las cosas: si miramos en profundidad, quizás no nos estén traicionando tanto; es como una especie de encantamiento para llegar a determinados lugares. La pegunta más importante es saber qué nos pasa con el conocimiento, si leemos la Constitución Nacional antes de votar, si sabemos de qué se trata nuestro sistema democrático; todo eso en un pueblo y sus personajes, pero cada uno podrá hacer las asociaciones que quiera. Por ejemplo: en esa asamblea, alguien le grita a Stockmann que el pueblo nunca se equivoca, y el responde que sí se equivoca algunas veces, que no siempre tiene la razón”.

Para agendar

Un enemigo del pueblo se presenta viernes y sábado, a las 21, en el teatro El Círculo, de Laprida y Mendoza, con entradas populares desde 400 pesos

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