Más de medio kilo de cocaína oculto en un libro infantil que iba de Rosario a Nueva Zelanda, y 87 pastillas de éxtasis procedentes de Holanda fueron detectados por canes de la Aduana durante operativos de control sobre envíos postales realizados por la Administración Federal de Ingresos Públicos (Afip).
Fuentes de ese organismo informaron que una de las encomiendas fue detectada por el perro Floyd durante un control que se realizaba sobre paquetes que se envían y reciben desde el exterior en una empresa de correos.
El can marcó una encomienda que contenía un libro infantil, que llevaba pegadas en sus tapas dos bolsas recubiertas de aluminio y que contenían en total 560 gramos de cocaína.
Las fuentes informaron que ese paquete había sido enviado desde Rosario y tenía como destino Nueva Zelanda.
Por otra parte, en Monte Grande, un agente aduanero, acompañado por la perra Emma, detectó 87 pastillas de éxtasis en una encomienda que provenía de Holanda y se dirigía a Tucumán.
En esa ocasión, la sustancia era transportada en un envoltorio plástico camuflado en un sobre de papel blanco.
El mes pasado, la Aduana detectó 45,3 kilos de drogas en múltiples procedimientos realizados durante los controles de encomiendas internacionales.
Según las fuentes, en total hubo 13 envíos postales que contenían, en la mayoría de los casos, cocaína y marihuana, aunque también se encontraron pastillas de éxtasis y metanfetaminas.
Las sustancias fueron detectadas por los canes de la Aduana y sus respectivos guías tanto en la sede de encomiendas postales de Monte Grande como en una empresa de logística que se encarga de transportar encomiendas y documentos.
Personal aduanero descubrió esas dosis de droga ocultas, generalmente, en sobres de papel, en cajas de cartón y en envoltorios de plástico transparente.