Desde junio del año pasado, la Policía santafesina viene prestando colaboración a sus pares de Tierra del Fuego, para tratar de esclarecer un homicidio ocurrido en Ushuaia el 20 de junio, cuando un instructor de esquí fue encontrado sin vida en el interior de su vivienda en el barrio Río Pipo. Entre julio y noviembre de 2009 fueron arrestados dos hombres en la ciudad de Santa Fe, sospechados de ser los autores del homicidio. Uno sigue tras las rejas y el restante fue liberado por falta de mérito. La semana pasada, tras un nuevo operativo en la capital santafesina, un nuevo arrestado por el “caso Prada” se negó a declarar ante la jueza a cargo de la investigación. Además fue sometido a cuatro ruedas de reconocimiento y una de ellas habría sido positiva, confiaron fuentes de la pesquisa.
Voceros policiales indicaron que el nuevo arrestado es Héctor Omar C., de 24 años, quien fue apresado a principios de febrero en su casa del barrio Centenario, al sur de la ciudad de Santa Fe, durante un procedimiento realizado en forma conjunta por personal de la URI y policías fueguinos que llegaron desde la ciudad más austral del mundo a comienzos de la semana pasada. El operativo no fue dado a conocer anteriormente “para no entorpecer la investigación”, confiaron las fuentes.
El joven llegó el martes de la semana pasada a la ciudad de Ushuaia y al día siguiente compareció ante la jueza de instrucción 2ª, María Cristina Barrionuevo, donde se negó a prestar declaración indagatoria.
Tras su negativa, la magistrada ordenó que sea sometido a ruedas de reconocimiento. Voceros del caso mencionaron que entre miércoles y jueves se hicieron cuatro vistas y en una de ellas uno de los testigos lo señaló con “un cierto parecido con una de las personas” que vio circulando en un auto por las calles de la capital fueguina durante el fin de semana en que se cometió el asesinato.
El homicidio de Claudio Omar Prada ocurrió el 20 de junio del año pasado en una vivienda de dos plantas ubicada en el barrio Río Pipo, ubicado al sudoeste de la ciudad de Ushuaia. Si bien primero se pensó que se trataba de un suicidio, el peritaje forense determinó que Prada, quien trabajaba como instructor de esquí en los centros invernales fueguinos, recibió al menos tres golpes con un elemento contundente en la cabeza antes de ser ultimado de un balazo en la frente.
En la casa los investigadores secuestraron un arma calibre 32, pero la usada para rematarlo habría sido un revólver 38, aunque por los golpes recibidos era muy probable que falleciera sin necesidad del disparo, confiaron en su momento fuentes del caso. Semanas después del hecho la Policía realizó varios rastrillajes en descampados ubicados cerca de la vivienda de Prada; en la zona del barrio Pipo y el cauce del río del mismo nombre con el objeto de dar con el arma usada para asesinar al instructor de esquí, aunque sin éxito. A fines de diciembre se realizó un nuevo rastrillaje en la misma zona bajo el argumento de que la primera búsqueda se dio dificultada por las intensas nevadas que se abatieron sobre la ciudad más austral del mundo durante el invierno, aunque la nueva búsqueda también tuvo resultados negativos.
La jueza de Instrucción María Cristina Barrionuevo ordenó distintas diligencias en esa ciudad y fue gracias a “rumores levantados de la calle” que se pidió la captura de media docena de personas, entre ellas tres personas radicadas en la ciudad de Santa Fe.
Según la pesquisa, entre dos y tres santafesinos habían llegado a Tierra del Fuego unos días antes del homicidio bajo identidades falsas, aunque sus rostros quedaron registrados por las cámaras dispuestas en el aeroparque Jorge Newbery y el aeropuerto de la ciudad de Río Grande, al norte de Tierra del Fuego.
A fines de julio, durante un operativo realizado en forma conjunta por la URI y policías fueguinos, fue detenido Gustavo Ariel Farías, de 30 años, tras una persecución por las calles de la capital santafesina. Días después fue trasladado a Tierra del Fuego, donde en un primer momento se negó a declarar ante la jueza Barrionuevo, aunque semanas más tarde reconoció que estuvo en la ciudad de Ushuaia el fin de semana en que fue cometido el asesinato, con documentos falsos y bajo otros nombres, aunque negó su participación en el crimen.
Un segundo hombre, Ramón P, fue apresado el 1º de noviembre en la casa de su madre, en el barrio Chaqueño de la ciudad de Santa Fe, durante un allanamiento realizado por personal de Seguridad Personal y Homicidios de la URI, en el que familiares del apresado intentaron impedir el arresto arrojando piedras contra los detectives, quienes finalmente lograron llevarse al hombre. Dos días después compareció en la capital fueguina ante la jueza Barrionuevo, aunque a fines de ese mes la magistrado dictó la falta de mérito para el santafesino, quien recuperó la libertad al no encontrar pruebas de peso en su contra como para adjudicarle participación en el asesinato de Prada.
Por el momento hay dos detenidos por el homicidio, ya que otras dos personas que habían sido arrestadas por ser partícipes necesarias del hecho fueron liberados por falta de mérito, ya que no fue posible probar que estas dos personas, residentes en la ciudad de Ushuaia, sabían de las intenciones de los santafesinos.
Voceros del caso mencionaron que desde un primer momento se mencionó que eran tres las personas que llegaron desde “el norte” hasta Tierra del Fuego, por lo que la investigación no está cerrada ya que sigue la búsqueda del tercer hombre y del arma homicida.