Este jueves la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat), el organismo encargado de controlar y garantizar que los medicamentos, alimentos y dispositivos médicos posean eficacia, seguridad y calidad, aprobó el Misoprostol 200 mcg (microgramos) en comprimido vaginal, por lo que de ahora en más el fármaco que produce el Laboratorio Industrial Farmacéutico de Santa Fe –único laboratorio público del país que lo fabrica– podrá participar de las licitaciones públicas del Ministerio de Salud de la Nación. El Misoprostol se utiliza para la interrupción legal y voluntaria del embarazo y fue uno de los temas bisagra en los dos debates en el Congreso sobre el aborto legal, seguro y gratuito, el de 2018 que concluyó con la votación en contrario en el Senado y el de este año, que lo convirtió en ley. Es, además, la droga que la Organización Mundial de la Salud declaró esencial para un aborto seguro y ambulatorio hasta la semana 12 de embarazo.
La subsecretaria de Medicamentos del ministerio de Salud, Sonia Tarragona, afirmó este jueves a Télam que “esta medida es otro paso para cristalizar en un proyecto concreto la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo que se acaba de aprobar en el Congreso y la soberanía en la producción que se va a realizar en un laboratorio público para un medicamento que ahora va a poder tener tránsito federal y cualquier jurisdicción va a poder comprar”.
La funcionaria apuntó que “hasta ahora no había en la Argentina un medicamento de este tipo elaborado en un laboratorio público que contara con habilitación de Anmat” y detalló que “el misoprostol hoy cuesta 6.500 pesos en las farmacias y el Estado Nacional lo compra a 2.800 pesos la dosis, nosotros esperamos que este laboratorio público pueda producirlo a un costo de entre un tercio y la mitad de esos valores”.
“Hasta ahora había un único laboratorio privado autorizado para comercializar Misoprostol en Argentina, y nosotros esperamos que con el ingreso de un nuevo proveedor al mercado el precio de este medicamento baje en toda la cadena de comercialización”, añadió.
El LIF es, desde 2009, la primera institución pública en producir anticonceptivos orales. Y en julio del año pasado sumó Misoprostol a su lista de medicamentos: ese mes fabricó los primeros 100 mil comprimidos para distribuir entre los centros de salud de la provincia.
El LIF producía Misoprostol a través de una producción asociada desde 2018, año en que la Anmat aprobó su comercialización para uso ginecológico. También tiene usos para parto y posparto en distintas dosis, además de tener una eficacia del 90 por ciento para abortos si es administrado con la indicación médica.
En el primer año, el misoprostol del LIF pasó todas las pruebas para ser usado y estaba pendiente la autorización de Anmat para poder distribuirlo fuera de la Santa Fe.
Público, seguro y gratuito
Según el sitio Periódicas, la comunicación oficial de la aprobación por parte del organismo nacional en la provincia era inminente y sería informada por máximas autoridades del Ministerio de Salud santafesino.
El ingreso del medicamento que elabora el LIF permite, además, contar con un precio testigo proveniente del ámbito público, una clave en la aplicación de la ley IVE, a la que el Senado dio sanción definitiva por 38 votos contra 31 en la madrugada del pasado miércoles 30 de diciembre en una maratónica sesión.
Con la normativa en vigencia, el impacto en la demanda y por extensión en el precio se tornó evidente: el Observatorio Nacional de Acceso al Misoprostol (MISObservatorio) reveló en un informe publicado el año pasado que el medicamento aumentó “descomunalmente” un 1.280 por ciento entre 2015 y 2019, mientras que la inflación acumulada de ese período alcanzó menos de la cuarta parte: 287,2%. Con estos datos, profesionales de la salud estiman que más de un millón de mujeres están privadas de acceder al Misoprostol en el país.
Allí resulta clave la talla del Misoprostol santafesino –que también se fabricas en dosis orales– cuyo costo de fabricación se estima un 35 por ciento del precio de los productos comerciales de laboratorios privados y cuya distribución es gratuita en efectores públicos de la provincia.
En abril de 2018 El Ciudadano adelantó que el LIF había empezado a producir Misoprostol. La noticia llegó durante el debate del proyecto de ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo cuando se abrió la discusión sobre la producción pública como una política necesaria a la hora de garantizar el acceso al aborto legal en Argentina.
Los estudios para fabricar la droga habían empezado en 2016 y en enero de 2018 se hicieron los primeros 100 mil comprimidos en forma asociada. Durante más de un año fueron estudiados y testeados a través de distintas pruebas de estabilidad.
El Misoprostol no nació como una droga para abortar. A mediados de los 80, Brasil aprobó la fabricación y comercialización del fármaco para problemas gástricos. En el prospecto decía que no debían usarlo las embarazadas y el dato sirvió para que mujeres de distintas organizaciones hicieran pruebas y se pasaran el dato, hasta que algunos años después la venta libre quedó prohibida en el país vecino.
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