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De «ver» a Pelé por radio a tatuarse a Messi, las vivencias de las personas mayores «tricampeonas»

Personas mayores rememoraron sus vivencias como hinchas y espectadores de varios mundiales de fútbol en los que brillaron grandes jugadores como Pelé, Kempes y Maradona, y confesaron su emoción con la entrega y el "tecnicismo" de la selección campeona en Qatar
Florencia Vaveluk

Personas mayores rememoraron sus vivencias como hinchas y espectadores de varios mundiales de fútbol en los que brillaron grandes jugadores como Pelé, Kempes y Maradona, y confesaron su emoción con la entrega y el «tecnicismo» de la selección campeona en Qatar, que los colmó «de ilusión» y llevó a alguno de ellos a hacerse un tatuaje en conmemoración de este logro deportivo.

Osvaldo Bianco (89) vive en un departamento del barrio porteño de Caballito, donde atesora las fotos y recortes de diarios que lo hicieron partícipe de la historia del fútbol nacional como referí de la Asociación Argentina de Árbitros (AAA), entre 1960 y 1982.

«En ese entonces tenía un estado físico extraordinario. Antes no había entrenamientos como los que hay ahora, era todo más rudimentario», relató Bianco, quien comenzó a ejercitarse asiduamente con una pelota a sus ocho años.

Hincha de Boca Juniors, el ex árbitro señaló que a diferencia de aquel entonces «hoy se juega mucho más físicamente. Simplemente los tiempos han cambiado, y entonces uno se debe adaptar a cada época».

Hasta la masificación provocada por la televisión, los mundiales se «veían» por radio, pero de chico –Bianco– vio jugar al seleccionado brasileño comandado por Pelé en la cancha de River Plate.

Sin embargo, no fue –si no– hasta la llegada del televisor a la Argentina, que tuvo su explosión en la década del 60 del siglo pasado, cuando el fútbol comenzó a ser una experiencia compartida.

«Nos juntábamos entre diez o más alrededor de un televisor, siempre y cuando nos dieran permiso, y veíamos los partidos ahí», recordó Bianco.

Ya mayor, el árbitro que supo participar de la primera división de fútbol argentino y dirigir a jugadores como Diego Maradona, asistió al partido inaugural que se jugó en el Mundial del 78 entre Argentina y Hungría, disputado en el estadio Monumental del barrio porteño de Núñez.

«Vivir el partido fue una sensación extraordinaria, era la primera vez que Argentina organizaba un campeonato de tal magnitud y yo lo viví plenamente», recordó Bianco, y agregó que durante esa fecha «dirigió un juez de línea que fue mi maestro y amigo: Miguel Ángel Francisco Comesaña».

Bianco consideró que el fútbol «es un deporte que le da muchos beneficios a la Argentina porque siempre estuvo en primera línea. Cada vez que un equipo de fútbol era argentino, llenaba las canchas», pero con el paso de los años «se fue desvirtuando el saber de los potreros, que había por todos lados. Hoy en día se está perdiendo eso», consideró.

A pesar de «no ver fútbol tan seguido en la actualidad», el ex árbitro reconoció ver «con ilusión» el Mundial de Qatar y destacó figuras del seleccionado además de Lionel Messi como Julián Álvarez, quien le «pareció bárbaro» y Ángel Di María, un «jugador importante».

Un homenaje tatuado con el nombre de Messi, tres estrellas y la fecha campeona

César ‘Bocha’ Andrés Rendon (82), abuelo de nueve nietos y cuatros bisnietos e hincha de Boca Juniors, contó que uno de los primeros mundiales que vio fue el del 1978, y que recuerda «más o menos, porque los años no vienen solos», explicó en una comunicación telefónica desde Posadas, Misiones.

Este jubilado, que se desempeñaba como empleado bancario, «no tenía mucho acceso a la televisión y todo era nada más que por radio. Después de 1986, en la época de (Carlos) Bilardo y Maradona, ahí lo miramos por televisión ya».

Consideró que «el fútbol de hoy se ha perfeccionado muchísimo, hay una mayor capacidad de entrenamiento de los jugadores, y se ve que es más técnico», sostuvo Rendon, quien destacó las figuras de «Maradona, (Cristiano) Ronaldo y Pelé», como sus principales ídolos del fútbol junto a Lionel Messi, a quien rindió un homenaje tatuándose su nombre junto con tres estrellas y la fecha campeona: «18.12.2022».

«No pensé que pudiera haber tenido tanta repercusión, mi intención era tener un tatuaje. Cuando le dije a mi hija Roxana que me iba a hacer un tatuaje me dijo que estaba loco. Y ahí le dije no, y llamé a mi nieta Agustina, que fue mi cómplice, la que me acompañó y me diseñó el dibujo», contó Rendon, quien ahora exhibe orgulloso su primer tatuaje en su brazo.

Por su parte, Yolanda Benvegnú (82), una jubilada que reside en el partido bonaerense de General San Martín y que se define como hincha de River Plate, sostuvo que, antes, el fútbol «estaba alejado de la cultura de las mujeres», así es que comenzó a escuchar y ver los partidos «de grande».

Así se refirió al Mundial de 1966, mientras estaba embarazada de su primera hija, disputado en Inglaterra, entre el 11 y el 30 de julio de ese año, y al que Argentina se clasificó directamente por haber obtener el primer lugar en su grupo por la clasificación sudamericana.

«La cultura femenina era eso… cultura femenina. Era la cultura de la mujer de la casa y no se compartía tanto temas de política, de fútbol, o de boxeo», explicó.

Durante el Mundial 1978, recordó detalles como la apertura del campeonato, la que consideró «la mejor desde que se iniciaron los mundiales, había jóvenes haciendo figuras –coreografías– en el campo, todo muy lindo».

Asimismo, ratificó el furor con los jugadores de la «Scaloneta» similar al que se vivía en aquel entonces, donde «todas las chicas estaban enamoradas de los jugadores, y andaban a la pesca de fotos en diarios y revistas. Yo veía que charlaban sobre eso y cada una tenía su galán, como (Alberto) Tarantini o (Mario) Kempes».

Más tarde, trabajando como tallerista textil, esta fanática de Maradona rememoró que durante el Mundial de México 1986 confeccionaba «alrededor de 700 camisetas por semana» durante la época previa al Mundial, y llegó a hacer «miles», de las cuales aún atesora dos.

Una explosión de alegría

En relación a los festejos que colmaron las calles luego del triunfo argentino durante esta semana, Benvegnú lo comparó con el partido de semifinales entre Argentina e Italia en 1990.

«Yo estaba en la calle en ese momento. La gente venía alterada porque ya estaba el partido que iba y venía. En este partido los italianos empezaron a silbar el himno nacional argentino cuando los muchachos salieron a la cancha a jugar y Maradona los insultó en voz baja».

Y agregó «lo enfocaron tan bien que se adivinó, supongo que en voz alta lo habrá dicho, y en la calle se empezó a repetir lo mismo pero ya era un cántico general, toda la calle se volvió un estallido de un solo coro»

«La gente se empezó a subir a los colectivos, los camiones todos tocando bocina, las banderas. Fue una explosión», concluyó Benvegnú.

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