Una mañana volvió todo a la “normalidad”. El portón principal del estadio Gabino Sosa, ubicado en la esquina de Virasoro y Juan Manuel de Rosas, se abrió temprano y fue el único ingreso para el plantel y los integrantes del cuerpo técnico que regresaron a los entrenamientos en el corazón de barrio Tablada, tras ocho meses de espera por la pandemia del coronavirus.
Finalmente fueron diez los futbolistas que se hicieron presente en el estadio, pese a que desde la institución había expresado, vía redes sociales, que serían doce.
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Sergio Calvo, más conocido como “El Árabe” para todo el mundo futbolero, era el encargado de recibir a cada uno de los que iba llegando y quien les tomaba la temperatura y los sanitizaba para cumplir con todos los protocolos necesarios para esta vuelta del Charrúa a su casa. Todo esto bajo la atenta mirada del entrenador Marcelo Vaquero.
Los defensores Paulo Killer, Agustín Biñale, Emiliano Pignani, Lautaro Yocco y Maximiano Saucedo; los mediocampistas Agustín Musso, Bautista Carrera, Alejandro Raimondo y Lautaro Cantarelli; y el delantero Estanislao Ferrero fueron los diez integrantes del grupo que trabajó bajo las órdenes del preparador físico Federico Fernández, siempre bien distanciados y en estaciones individuales, aprovechando las dimensiones del campo de juego y las tribunas del Gabino.
Los trabajos continuarán mañana también a primera hora, a la espera de que se vayan sumando más jugadores, una vez que logran acordar un nuevo vínculo con la entidad y se sometan a los testeos correspondientes.
Por su parte, desde la mesa directiva de la Primera C informaron mediante la publicación de un tweet oficial que el día jueves se reunirán los dirigentes de la categoría “para tratar las propuestas de formato de definición de ascensos a elevar al Comité Ejecutivo, atendiendo y respetando las definiciones emanadas del Boletín Oficial”.
La vuelta a los entrenamientos fue un paso importante pensando en el reinicio de los certámenes, ahora quedará definir cómo se jugará y luego poner una fecha para que la pelota vuelva a rodar.
