La diputada nacional de la Coalición Cívica Marcela Campagnoli es la autora de un proyecto de ley que busca restringir el horario de la publicidad de los juegos de azar en línea y también circunscribir el pago de las apuestas virtuales al uso de tarjetas de débito, con el objetivo de evitar la acumulación de deudas.
Según precisa la iniciativa, el propósito de esta iniciativa es prevenir el juego patológico online y evitar las consecuencias perjudiciales a nivel individual, familiar y social que provocan esas prácticas de ludopatía.
El proyecto contempla que la publicidad del juego en línea solo pueda exhibirse en la franja horaria de 1 a las 5 de la mañana, ya sea en televisión, radio o plataformas de contenidos de internet, tanto redes sociales como páginas web y aplicaciones.
Además, no podrán incitar directamente al consumo del usuario y estará prohibido el otorgamiento de bonos o vales de captación.
Las publicidades no podrán en ningún caso estar orientadas a menores de 18 años, y estarán prohibidas aquellas en las que participen deportistas, personajes famosos, figuras de relevancia pública.
Tampoco estarán permitidas aquellas que asocien el juego de apuesta al éxito personal, social o profesional, o se compare el juego con el trabajo, el estudio o el esfuerzo.
No estarán autorizadas tampoco las publicidades que difundan expectativas falsas o engañosas sobre las posibilidades de ganar.
En los fundamentos de la iniciativa, se propone un juego en línea «responsable» que cumpla con ciertos requisitos como «proporcionar al usuario apostador información precisa y completa respecto del tipo de juego, reglas, probabilidad de obtener obtener premio, y demás información relacionada a la operatoria del juego».
También se exige que se establezca un «sistema de alerta sobre el tiempo y dinero apostado que indiquen al apostador cuando esté cerca de alcanzar los límites establecidos en su cuenta de usuario»
Por otra parte, se solicita como requisito que se disponga de «un procedimiento para verificar la identidad y edad del apostador y un canal de elección del jugador para comprobar su identidad mediante un doble factor o la tecnología que en el futuro lo reemplace».