El acusado de ser autor intelectual de un crimen por encargo de un amigo suyo cometido en 2009 en Ushuaia por la falta de pago vinculado a un cargamento de 100 kilos de cocaína robado de un velero en Brasil se declaró inocente en el inicio del juicio oral.
El debate comenzó ayer con el testimonio de Diego Leonardo “Diente” Pérez, de 45 años, acusado del homicidio agravado de Claudio Prada, de 40, perpetrado por tres sicarios santafesinos que fueron condenados a prisión perpetua en otro juicio.
“Soy inocente, no mandé a matar a Claudio”, sostuvo el imputado ante los miembros del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) de Tierra del Fuego, integrado por los jueces Rodolfo Bembihy Videla, Alejandro Fernández y Gustavo González. Pérez declaró durante casi dos horas y respondió las preguntas de los magistrados y del fiscal Nicolás Arias, aunque se negó a contestar el interrogatorio de la parte de la querella.
“Pasé a Brasil ilegalmente por la ciudad de Iguazú, pero fue porque mi otro hijo de diecisiete años no tenía el permiso de su madre y quería viajar conmigo. Nunca tuve esa droga, o de lo contrario no hubiera pasado las necesidades económicas que tuve que afrontar”, dijo.
El imputado admitió haberse dedicado a la comercialización de estupefacientes y conocer a Héctor Omar Caraffa, de 33 años, Maximiliano Oscar Farías, de la misma edad y Gustavo Ariel Farías, de 40, quienes fueron condenados a perpetua el 30 de agosto de 2013 como coautores materiales del homicidio.
Sin embargo, Diente negó haberlos contratado para que viajaran desde Santa Fe a Tierra del Fuego a cometer el crimen y justificó las reuniones y las llamadas telefónicas que lo vinculan con los sicarios. El hombre aclaró que cuando concurrió al Aeroparque metropolitano Jorge Newbery a buscar a los tres asesinos que regresaron de Tierra del Fuego sólo los trasladó al barrio de Constitución, porque pensó que volvían de comercializar estupefacientes en la provincia del sur argentino.