El ataque a balazos contra el jefe de la Policía Federal de la ciudad de Santa Fe hace diez días en la autopista Rosario-Buenos Aires seguirá siendo investigado en la órbita de la Justicia provincial, luego de que un juez federal rechazara el pedido de un fiscal de su mismo fuero que pretendía hacerse cargo de la pesquisa. La disputa por la competencia de la causa es tan compleja como la causa misma, cuyas hipótesis parecen estar más sujetas a las especulaciones políticas que a los elementos probatorios. De hecho, la primera contradicción surgió de la propia versión de los agentes que viajaban en al auto acribillado, cuyos relatos no coincidieron con los resultados de las pericias preliminares ni con las especulaciones de la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, quien acusó a «las mafias» de cometer el atentado en represalia a las políticas antidrogas de su Fuerza.
El comisario Mariano Valdés, de 51 años, declaró que detuvieron el auto en la banquina para cambiarle la yerba al mate cuando tres encapuchados bajaron de una camioneta y les dispararon con intenciones de “robo” por lo que ambos repelieron el ataque con sus armas reglamentarias y sin bajar del vehículo. Pero las dos heridas de bala “a corta distancia” en la ingle y brazo derecho del jefe policial no coincidieron con los siete balazos que tiene el Ford Focus en su lado izquierdo y el frente. Este miércoles, Roxana González, la subordinada de 27 años que lo acompañaba, corroboró la versión de su jefe ante la Fiscalía de Rosario, a la que acudió de manera “voluntaria” luego de excusarse durante más de una semana en un parte psiquiátrico y ante la posibilidad que la llevaran a declarar por la fuerza pública. Tras sus dichos, la Fiscalía anunció que este jueves citó a declarar a la esposa de Valdés, lo que abre una nueva hipótesis en la causa. Para esta jornada también está previsto que se realice una pericia balística clave para los investigadores.
Problemas de competencia
Apenas ocurrida la balacera, cuando las hipótesis era más vaga todavía y los fiscales del Ministerio Público de la Acusación (MPA) Eugenia Lasciarandare, Natalia Benvenuto y Matías Edery comenzaron a tomar las primeras medidas, el fiscal Federal 1 de Rosario, Guillermo Rodolfo Lega, pidió que le envíen las actuaciones y el caso al considerar que al ser las víctimas agentes de la Policía Federal Argentina (PFA) “se encontraba en juego el interés federal” y que no podía sólo seguirse la pista de un “robo al voleo”. Este miércoles, el juez Carlos Vera Barros rechazó su pedido porque «todavía no se encuentran acreditados los extremos invocados” por el fiscal Lega y la información reunida hasta el momento no permite establecer la hipótesis delictiva.
Víctimas o sospechosos
Este miércoles por la tarde, ya conocido el rechazo de la Justicia federal en tomar el caso, la tensión se acrecentó en torno a las variadas hipótesis del móvil del ataque. Por un lado tomaron fuerza las especulaciones de la presunta falsedad “del enfrentamiento en un robo” que declaró la pareja de policías apenas ocurrió el episodio por los resultados de las pericias médicas que indicaron que las heridas de bala en el cuerpo del jefe de la Delegación Santa Fe de la Policía Federal tenían aureola de ahumamiento, es decir, que le gatillaron a quemarropa, a mínima distancia de su cuerpo. Esos datos, sumados a que el comisario Valdés se situó al volante del vehículo en todo momento, posaron las sospechas en la suboficial que lo acompañaba, quien no sólo resultó ilesa sino que las imágenes fílmicas que la captan al llegar a una estación de servicios la muestran indiferente ante su jefe, quien baja sin ayuda y camina rengo mientras la joven se aleja a paso apurado.
La agente González se presentó a declarar recién este miércoles, luego de excusarse en un parte psiquiátrico que sembró más dudas, sumado a que apenas ocurrió el hecho dijo que no había usado su celular y luego se comprobó que había utilizado datos móviles. Desde Fiscalía informaron que antes de declarar fue examinada por un médico psiquiatra forense, quien la consideró apta, y que luego brindó su testimonio en consonancia con sus dichos anteriores.
Trascendió que mientras la suboficial se encontraba dentro del Centro de Justicia Penal de Rosario, un subcomisario de la Policía Federal quiso entrar al edificio y el acceso le fue negado. En la misma línea, el MPA dispuso el apartamiento de la Gendarmería Nacional como auxiliar de la investigación porque responde a la misma jefatura política que la Policía Federal.
En ese sentido, peritos de la provincia realizarán este jueves un estudio clave en relación a las vainas servidas secuestradas en el auto atacado y las encontradas a la vera de la autopista a la altura del puente de ingreso a Villa Constitución que dará un poco más de certeza al complejo caso, en el cuál aún no está claro dónde ocurrieron los disparos.
En relación a la citación de la esposa del jefe de la Federal de la ciudad de Santa Fe no se especificó el motivo pero sí le puso un poco más de incertidumbre a los móviles que persiguen los fiscales rosarinos.
Como si fuera poco, la ministra Bulrrich anunció este miércoles pasadas las 21 que removerá a Valdés de su cargo por “mentir” sobre su versión del ataque, según publicó en su cuenta de Twitter: «iLa verdad no se tapa! Este mentiroso disfrazado de policía será removido inmediatamente de la institución. La pericia confirmó que el comisario Valdés de la PFA no sufrió un intento de robo sino que el disparo fue desde adentro de su vehículo», escribió la ministra.