Los estudiantes rosarinos realizaron este jueves el tradicional banderazo por el paso al último año de la secundaria. No hubo incidentes de peso, pero personal de la Guardia Urbana Municipal (GUM) decomisó alcohol, pirotecnia y algunos aerosoles que los adolescentes llevaron hasta el tradicional punto de encuentro en el Monumento a la Bandera.
A media mañana, el Monumento se había convertido en el epicentro del festejo para los grupos de varias escuelas.
“Desde hace alrededor de 20 días venimos trabajando con el Ministerio de Educación sobre esta fecha y en varias instituciones educativas se realizaron charlas para explicar sobre el uso de pirotecnia y consumo de alcohol”, contó Guillermo Turrin, secretario de Control y Convivencia.
Desde esa secretaría destacaron el buen resultado obtenido con el plan de prevención: los festejos se realizaron con “normalidad”, celebró.
Los operativos callejeros en torno al banderazo comenzaron en la noche de este miércoles. De allí, hasta la madrugada siguiente, la GUM recibió cerca de 30 llamados por ruidos molestos provenientes de casas de familia. Es que los estudiantes se convocan en las viviendas de algún compañero para la previa. Se mantienen despiertos y, apenas despunta el día siguiente, salen hacia el Monumento. Muchos lo hacen a pie, cubriendo distancias considerables desde los barrios. Hay disfraces, algo de pirotecnia y hasta instrumentos de percusión para hacer notar la movida. Y, por supuesto, banderas o estandartes para identificar el colegio al que pertenecen y lo que opinan de la escuela, con ironía.
Banderazo secundario: los de cuarto arrancaron el jueves rumbo al Monumento
