El presidente de Chile, Sebastián Piñera, pidió ayuda internacional ante el gigantesco incendio que ha arrasado más de 8.500 hectáreas de bosque patagónico en el parque Torres del Paine.
El hecho se ha transformado en un nuevo flanco de críticas contra el gobierno, quien ha tenido que enfrentar en tres años catástrofes que van desde el mayor terremoto en 50 años, réplicas de un tsunami y hasta el peor incendio carcelario en la historia del país.
«Hemos tomado las medidas que había que tomar y pedir toda la ayuda que sea necesaria. Desde este punto de vista, ya contactamos a la organización Fema en Estados Unidos, que es especialista en este tipo de situaciones», señaló Piñera.
«Estamos tomando contacto con las dos provincias de Santa Cruz y Río Negro, y también con el Gobierno nacional para recibir la ayuda necesaria, y hemos solicitado las fotos satelitales de manera de tener un diagnóstico más preciso» agregó.
Por otra parte, el director de la ONG Acción Ecológica, Luis Mariano Rendón, señaló a DPA que «la situación está totalmente fuera de control” y que “sólo queda confiar en que llueva». De hecho, las llamas están consumiendo entre 1.500 y 2.000 hectáreas diarias, en una zona de difícil acceso que es hábitat de flora y fauna endémica.
El gobierno, en medio de críticas en la prensa y las redes sociales digitales, anunció que doblará los brigadistas en la zona, donde vientos de 100 kilómetros por hora traban las operaciones por aire.
El propio Piñera, cuya popularidad se sitúa en un 23 por ciento, optó por convocar a una reunión a los ministro de Interior, Rodrigo Hinzpeter; Defensa, Andrés Allamand, y Medio Ambiente, María Benítez.
En medio del caos en la zona, ecologistas intentan ingresar al parque, pese a la prohibición de las autoridades chilenas de que civiles ingresen a ese territorio, de una extensión de 240 mil hectáreas. «Ante la inacción del gobierno, hay grupos de voluntarios organizándose en Punta Arenas», confirmó Rendón.
La crisis, que cierra un año marcado por las 6 mil protestas sociales que enfrentó el gobierno según su propio balance, no tiene visos de control y es «altamente preocupante», según las autoridades.
El parque Torres del Paine, limítrofe con la Patagonia, es visitado anualmente por unos 120 mil turistas y constituye la principal actividad económica del aledaño pueblo de Puerto Natales.
Las llamas, supuestamente originadas por acción humana, son visibles a kilómetros de distancia, al igual que las gruesas columnas de humo que emergen en medio de las cadenas montañosas del parque.