La jueza Lucrecia Mantello del fuero civil y comercial de Rosario decretó la quiebra de Perfumerías Gerlero SA, la empresa que durante años regenteó una red comercial de artículos de perfumerías, entre otros rubros, que expandió sus negocios en la provincia de Santa Fe y de Buenos Aires.
Los incumplimientos por parte de la empresa dentro del marco preventivo de pagos y la apertura del concurso de acreedores (que la magistrada aceptó en 2019) forzó a la jueza a tomar la determinación de avanzar en la liquidación de los activos.
Recién el año pasado los titulares de la sociedad lograron la homologación del plan de liquidación de la deuda concursal con el consentimiento de la doble mayoría de los acreedores como lo establece la ley. Sin embargo al principio se cumplió con el pago de las cuotas acordadas, el protocolo ensayado por Gerlero -que incluyó la reducción de la red de sucursales- no dio resultados y terminó en la quiebra.
Al no poder operar comercialmente, Gerlero definió que los acreedores que ya se presentaron en la verificación de créditos de la etapa concursal no deberán volver a verificar, debiendo el síndico efectuar un recálculo de dichos créditos. No obstante aquellos que deben blanquear deudas nuevas tienen tiempo de hacerlo hasta el próximo 7 de julio ante la sindicatura a cargo de la contadora Norma Gozende. Con el recálculo del pasivo de la empresa, se verá luego cómo se liquidan los activos para abonar las acreencias. Vale aclarar que muchos de los locales donde operó la red de perfumerías eran alquiladas, aunque algunos, tal el caso de la sede central en Sarmiento 931 son propios y podrían ponerse a la venta para afrontar las deudas.
En la previa del decreto de quiebra el ex síndico de Gerlero, el contador Carlos Calore, había anticipado en contacto con el portal especializado Punto biz que la empresa “registraba incumplimientos, no con todos los acreedores, aunque sí con una porción de ellos”.
Quien también anticipó la instancia de quiebra fue Juan Gómez, secretario general del Asociación de Empleados de Comercio de Rosario (AEC) como vía par asegurar la correspondiente indemnización de los últimos 16 empleados que seguían ligados a la cadena y que en 2023 casi no trabajaron a partir del cierre de la casa central, última boca que estuvo en funcionamiento.
Más allá de que el acuerdo de pagos comenzó a incumplirse desde finales del 2022, la novedad de la quiebra sorprendió a quienes tenían la esperanza de que la firma pudiese remontar las deudas tras la homologación del acuerdo a abonar a los 123 acreedores que en su momento verificaron Los fondos que la firma buscó sanear al seguir las pautas del acuerdo preventivo fue de aproximadamente $37.817.000 que sumaron los acreedores quirografarios y
$9.543.300 por parte de los acreedores privilegiados, haciendo un total de $47.360.300.
Para lograr la homologación de su plan de pagos Gerlero puso en marcha un fuerte achique de su red de locales con la consecuente reducción de más de un 50% del personal que alcanzó los 100 para 2019 antes de la cesación de pagos para bajar luego a 40. La firma además redujo su presencia fuera de Rosario a solo una sucursal en Venado Tuerto y otra en San Nicolás, cuando supo tener presencia en ciudades como Rafaela y Campana.
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