“Los jueces no pueden gobernar y la política no puede seguir judicializándose”, afirmó la presidenta Cristina de Kirchner para explicar que tomó la decisión de enviar el acuerdo firmado con la ciudad de Buenos Aires por el traspaso de los subtes como proyecto de ley al Parlamento para que ratifique o no este traspaso. De esta manera, Mauricio Macri no tendrá más opción que hacerse cargo del subte ya que difícilmente el Congreso, donde el kirchnerismo tiene mayoría, no apruebe el acta. Los problemas políticos o de gobernabilidad tienen que resolverse en el ámbito político que “por excelencia de pluralidad, de federalismo y de democracia es el Parlamento”.
Para Cristina, el acta firmada tuvo “principio de ejecución; tal principio de ejecución que se aumentaron tarifas, tal principio de ejecución que el Ejecutivo depositó las sumas que tenía que depositar”. En la Casa Rosada, el envío del proyecto de ley se interpretó como una hábil jugada política. Explican que aunque el kirchnerismo no tuviera mayoría difícilmente un gobernador de una provincia esté dispuesto a que la Nación utilice recursos para solventar a uno de los distritos “mas ricos de la Argentina”, como definió la primera mandataria. Como señalara Cristina, esta discusión entre Nación y Ciudad “la debe dar el país, la debe dar el Parlamento en qué país queremos vivir y cuales son las obligaciones de cada gobernante”.
Señaló que le hubiera gustado no llegar a esta circunstancia pero dio entender que Macri cerró la puerta cuando comentó: “Por un lado nos decían que querían dialogar y por el otro nos colocaban una medida cautelar y judicializaban el tema. Curiosa forma de dialogar”.
Mirando a los gobernadores de Chubut, Santa Cruz, Río Negro, Mendoza, Catamarca, Tucumán y Salta y los dos vicegobernadores de Córdoba y Santa Fe, la jefa del Estado reflexionó: “Si cada uno de estos hombres y mujeres, gobernadores, vicegobernadores, intendentes, pusiera una medida cautelar para no hacerse cargo de lo que le corresponde…”, provocando la risa del auditorio.
Luego cuestionó el abuso del derecho cautelar que impide la aplicación de leyes sancionadas por el Parlamento, y puso como ejemplo la ley de medios: “Ahora, el derecho cautelar es para no hacerse cargo de las obligaciones”.
Cristina aprovechó la circunstancia del dialogo vía teleconferencia con un habitante de La Quiaca, con motivo de la inauguración de un gasoducto, para preguntarle: “Salustiana, ¿vos alguna vez viajaste en subte?” No, hasta ahora, respondió. La presidenta le prometió que iba a ir a la Quiaca a buscarla en el Tango 01 para traerla a Buenos Aires y juntas viajar en subte. Salustiana, ilusionada y contenta por la invitación dijo: “Muchas gracias, ¡que buena es usted!”.
Este diálogo le dio pie a Cristina para recordar que ella gobierna para los “40 millones de argentinos” y señaló que una de las características de “nuestro modelo y nuestro proyecto fue el dar respuestas a todo el país”.
En otro tramo criticó el tratamiento de la información e hizo referencia al flamante secretario de Transporte, Alejandro Ramos intendente de Granadero Baigorria, porque algún medio ironizó respecto de la elección para ese cargo de un intendente de una localidad del interior. “La verdad algunos sienten un gran desprecio por todo lo que sea pueblo, puedo entender que haya diferencia políticas pero despreciar a la gente porque se piensa que si no nació en una gran metrópoli es alguien que no merece tener un lugar es de gente muy ignorante”, aseveró.
El sindicalismo también recibió críticas presidenciales, en realidad aunque no lo mencionaron; los dardos fueron para el titular de la CGT, Hugo Moyano cuando afirmó que “no es defender a este gobierno, ni a esta presidenta, es defenderse ellos, los trabajadores, que como nunca lograron conquistas en este gobierno, como nunca desde el gobierno de Perón”. Estas palabras fueron escuchadas por el titular de la Smata, Carlos Pignanelli quien desde el Chaco escuchó estas palabras aunque antes había dicho que a “este modelo hay que defenderlo con uñas y dientes”. Cabe señalar que en su momento se menciono al dirigente de los mecánicos como un posible reemplazo de Moyano al frente de la central obrera.