Carlos Del Frade busca renovar su banca a diputado provincial por el Frente Social y Popular. En alianza con Ciudad Futura, pretenden consolidarse como una alternativa a los partidos tradicionales de la ciudad y la provincia. El precandidato sostuvo que existe un desgaste de la gestión del Frente Progresista Cívico y Social en Santa Fe que demanda una renovación de las figuras.
“Después de los resultados de 2017 donde no nos había ido bien ni a ellos ni a nosotros, me pareció que era imperioso juntarnos”, reconoció Del Frade con respecto a la alianza con Ciudad Futura. Insistió en que no tiene que ver sólo con un acuerdo por votos, sino como “una señal clara a Rosario y Santa Fe de una alternativa que puede gobernar”.
Siempre con la idea de una renovación, el actual diputado hizo hincapié en “construir política sin compromiso con los factores de poder”. Para eso afirmó su voluntad de “poner límites a la concentración de riquezas, de medios y de tierras”. En diálogo con El Ciudadano repasó actualidad y futuro previo a las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias.
—¿El mayor problema que tiene Santa Fe es la desigualdad?
—Es una provincia riquísima, 800 mil millones de pesos de PBI geográfico, pero con una enorme desigualdad donde el 10% más rico le saca veinte veces al 10% más pobre. También hay problemas muy serios de explotación laboral y de violencia que tienen que ver con eso, con no limitar a esos factores de poder. En ese sentido el socialismo se ha degradado mucho por cobardía ante el gobierno nacional, nunca ha podido democratizar la Policía y ha sido muy dócil con todo lo que le pidió la Bolsa de Comercio
—¿Cómo comenzar a mejorar esa realidad?
—Hay que cambiar el código impositivo de la provincia, para que los mayores ingresos, la concentración de tierra y de rentas financieras empiecen a pagar más impuestos. Y que Ingresos Brutos Santa Fe se lo haga pagar a las exportadoras; ya lo hizo Misiones en 2006, Chaco en 2008, es mentira que no se puede hacer. La razón política primaria viene de la guerra del Paraguay, donde la Nación determinó hacerse de esos fondos por pensar que tenían mayores necesidades que la provincia. Hoy las provincias tienen mucha más necesidad que la Nación. Hay que hacer una reforma fiscal integral, si no no tiene sentido: es una provincia rica que con su gobierno favorece a esa concentración.
—¿Por dónde arrancar con el tema inseguridad?
—El narcotráfico, las armas, el petróleo, los medicamentos y la trata de personas son cinco arterias que alimentan el corazón del capitalismo, es un negocio de arriba hacia abajo. lo que creo que hay que desarticular son las bandas estatales que trabajan para el narcotráfico. Esa primera banda estatal es la Policía, la segunda son los nichos corruptos de la Justicia federal y provincial. Lo que decimos es que hay que democratizar las fuerzas policiales, para eso hay que democratizar la conducción política de las fuerzas policiales. Y por eso presentamos un proyecto de ley que habla de un control bicameral sobre la Policía.
—¿Sorprendió lo que trascendió del caso D’Alessio con respecto a Los Monos?
—A mí me pareció lógico; cuando (el juez federal de Dolores Alejo) Ramos Padilla hizo esa exposición donde dice clarísimo que D’Alessio trabaja para dos patrones: uno es la Unidad de Información Financiera. Y el otro es la DEA. El que trabaja para la DEA trabaja para regular el negocio narco en América latina y para hacer operación con fin de profundizar negocios del gobierno nacional. Por eso cuando surge la información de que D’Alessio vino para hacer una aventura política y desprestigiar al socialismo me pareció lógico. Pero lo peor fue cuando salió que en contacto con (el fiscal federal Carlos) Stornelli él dice que viene a poner a quienes van a estar al frente de la Aduana de San Lorenzo y Rosario, me pareció impactante. Lo que pasa por ahí es fundamental, por eso el macrismo lo que hizo fue desarticular el Senasa para que por ahí pase cualquier cosa, y por eso tenemos hoy el mayor nivel narco en la historia política contemporánea de la Argentina.
—La provincia puede controlar eso?
—Por más que la provincia diga que eso corresponde a jurisdicción nacional, todo lo que pasa por ahí afecta a la gente que vive en tu provincia. Ahí tiene que haber mayor control de parte del poder judicial, de la Policía por lo menos. Ahí veo una cuestión de degradación del socialismo para el control. Esa resignación es lo que termina degradando al socialismo.
—¿Hay preferencias en esa alianza con Ciudad Futura por algún candidato o candidata a la gobernación?
—Desde el FSP se debatió mucho sobre qué íbamos a hacer. Nunca tuvimos relaciones con el peronismo, sí con María Eugenia Bielsa. Yo digo que, a nivel personal, a la que veo mejor es a ella, porque la veo decidida a combatir contra las mafias en la provincia. Igualmente sigo reivindicando la decisión que tomamos de dar libertad de acción a todos nuestros votantes. Y en caso de votar no tengo problema que se vote a una opción de izquierda, pero de las representaciones clásicas yo votaría a María Eugenia Bielsa.
—¿Es difícil la unidad de alternativas de izquierda en la plataforma electoral local?
—Yo creo que el gorilismo es una enfermedad insuperable; quienes somos de izquierda pero no somos gorilas quedamos muy desubicados. Somos muy zurdos para los peronistas y muy peronistas para los zurdos. Yo me reivindico como parte de la izquierda nacional y por eso me identifico con el peronismo, pero hay ciertos sectores a los que el peronismo les genera urticaria.
—A nivel nacional, ¿hay alternativas políticas?
—Yo veo que la gente está muy desencantada con el gobierno y con la polarización. Lo que sí creo es que llegado el momento de un nuevo balotaje yo no tendría duda en apoyar a los sectores nacionales y populares, como lo hice en su momento: claramente podría votar a Cristina Kirchner. Mientras tanto estamos trabajando en una opción que sea lo más amplia posible, de izquierda abierta y amplia, abierta a otros sectores que quieren entrar en otra cosa.
—¿Hay poca renovación de figuras políticas?
—En nuestro caso se da, yo hace tres años y medio que estoy en la banca. Pero hay una idea de que son siempre los mismos; es una cultura instalada por la derecha en la Argentina para que las cosas no se transformen, entonces lo más efectivo es denigrar a todos por igual. Pero sí creo que hay una idea de reciclaje actualmente, lo siguen haciendo también porque tienen votos. Pero veo también mucha pibada que está dando sus primeros pasos y se ve permanentemente en municipios y comunas. Y por otro lado los que somos de la generación 82 y 83 hoy estamos en la madurez plena, hay que ver qué hacemos con eso, jugárnosla o haciendo la carrera de bienestar personal.