Nada le resulta fácil a este equipo y no es novedad. Pero más allá de lo sufrida que fue la empresa, Central logró un merecido y necesario triunfo ante Patronato. El equipo no jugó bien, pero la última le quedó a Vecchio y fue triunfo. Así el Canalla logró tres puntos indispensables para seguir con vida en la búsqueda de la clasificación a la Sudamericana.
Fue un partido con un final de mucha emoción. Es que la última le quedó justo al 10, quien demostró toda su jerarquía al poner la pelota lejos del alcance de Ibáñez . Justo a Vecchio, quien en la semana habló y dijo que estaba al ciento por ciento; que también comentó que en diciembre va a pensar que hará de su futuro más allá de que tiene contrato. El capitán recibió el cariño de los hinchas que le hicieron sentir su deseo de que continúe en 2022.
Un partido que se definió con jugadas. Donde Central marcó por empuje, por la categoría de Ruben (quien llegó a los 92), porque Pupi Ferreyra definió de buena manera y por la categoría de su número 10. Patronato lastimó porque al Canalla le cuesta siempre los envíos aéreos y porque Broun tomó una mala decisión en el 1-2.
De arranque, Central hizo lo más difícil: se puso arriba en el marcador rápidamente. Es que a los tres minutos Ruben aprovechó un rebote largo del arquero y marcó el primer gol, su tanto número 92 con la camiseta auriazul. A partir de ahí el equipo del Kily no logró hacer lo que el encuentro le pedía y se quedó sólo en el “jaque”. Es que el Canalla no pudo imponer su juego en gran parte de la primera etapa, el equipo se hizo largo y los caminos para llegar al arco de Ibáñez se hicieron sinuosos. Claro que la visita tampoco pudo preocupar mucho y solamente inquietó con tiros desviados por arriba del travesaño.
Los últimos minutos del primer tiempo encontró a un arquero visitante que se hizo presente ante dos muy buenos intentos del goleador canalla. El descanso parecía que iba a llegar con Central arriba en el marcador. Sin embargo, el conjunto entrerriano llegó al empate con una receta simple, pero es la que más le duele a este Central. Blanco no puso demasiada resistencia y Gudiño tiró un centro a la cabeza de Sosa Sánchez, quien cabeceó a la red con mucha soledad ante el no cierre de Martínez.
Tras el descanso, el Kily apostó por los mismos. Pero apenas pasada la barrera de los diez minutos hizo un triple cambio: adentro Zabala, Vecchio y Gamba. Así modificó también el esquema y le dijo adiós al 4-2-3-1 para jugar con dos delanteros y tres volantes ofensivos por delante de Ojeda. A los pocos minutos Fosa Ferreyra estrelló un cabezazo en el palo y en el rebote se lo perdió Martínez.
Los minutos se fueron consumiendo rápidamente y Central no encontraba cómo volver a inquietar a Ibáñez. Pero llegó un momento cumbre que rompió el partido e hizo estallar a los hinchas en contra de los jugadores y de la comisión directiva: Broun tomó una mala decisión de cortar lejos una pelota y se la dejó servida a un rival; luego el uruguayo Sosa Sánchez, otra vez de cabeza, se encargó de poner el 2-1.
Kily mandó a la cancha a Pupi Ferreyra, a quien había decidido sacar por bajo rendimiento, y fue el juvenil de Chaco quien empató el partido, cuando el reloj estaba por llegar a los 40, en la primera que tocó. Los últimos minutos fueron de muchos nervios para Central, es que no podía llegar al arco de Ibáñez y Patronato se conformaba con el empate. Claro que todo esto cambió en el tiempo adicional con un Vecchio que puso toda su jerarquía en su pie derecho para marcar el gol de la victoria.
Central no hizo un buen partido, pero mereció la victoria. Tuvo muchos altibajos y solo se hipotecó el triunfo. El Kily acertó con los cambios. Es que dos de los que entraron convirtieron y Gamba fue quien los asistió. El Canalla cortó la racha de no sumar de a tres, el DT ganó aire, la clasificación a la Sudamericana no se tornó como algo utópico y los hinchas se fueron contentos del Gigante de Arroyito.