Casi 20 bandas subieron a los escenarios del predio de San Roque y junto al público le hicieron frente al temporal con pilotos comprados de urgencia y sus ganas de disfrutar de sus bandas favoritas.
El viento y la intensa lluvia hicieron estragos pero no opacaron una fecha protagonizada por exponentes del denominado rock barrial como La 25, El Bordo, Los Gardelitos, Cielo Razzo y Viejas Locas, y el heavy metal de la mano de los brasileños de Sepultura, los colombianos de Masacre y los locales Logo, Horcas, Tren Loco y Lethal, entre otros.
Como una suerte de revancha tras su reciente y conflictiva vuelta a la escena en Vélez, Pity Alvarez y encaró un show prolijo que sostuvo desde el principio y hasta el final desde una actitud serena y pacífica y su natural encanto.
Un dulce melancolía sobrevoló en el recital que dio Los Gardelitos, que según se rumoreaba, habría ofrecido ayer su último concierto en vivo.
El plato fuerte llegó a la 1.30 de la madrugada de la mano de Almafuerte, que desplegó todo su arsenal sonoro y desató una gran fiesta bajo un cielo negro y pesado.
Por la tarde, la legendaria Vox Dei también había lo suyo y mantuvo expectante a un público joven y respetuoso, que pese a la gran brecha generacional disfrutó de versiones de temas viejos como «Guerras”, «Compulsión”, «Génesis” y «Loco, hacela callar”.
El rock and roll y el heavy metal se complotaron para enfrentar a un clima hostil que finalmente le dio un plus a la segunda y anteúltima fecha de la nueva edición del Cosquín Rock, que para hoy promete la presencia de Charly García y una sorpresa: el regreso de la banda ochentona Git.