Saco y corbata por la mañana. Equipo de jogging por la tarde. Así es la vida de Gustavo Dellepiane. Durante las primeras horas del día ejerce su profesión de abogado y luego, cuando va cayendo la tarde se instala en el club Provincial para cumplir funciones como técnico de la primera división que participa en la copa Pinasco, como entrenador de la séptima división y como coordinador de las inferiores. Un todo terreno.
El Hincha dialogó con Dellepiane en su estudio jurídico de calle San Martín para repasar su estilo de vida y de cómo logra equilibrar ambas profesiones.
“Son mis grandes pasiones en mi vida. En el caso de la abogacía es por mi vocación por defender las injusticias. El fútbol lo traigo desde que tengo noción”, señaló el abogado.
Dellepiene se inició en el colegio San José en el baby. Luego pasó por Newell’s, Central Córdoba, Bancario y hasta jugó fútbol de salón en Central. Todo un enamorado de la redonda. Y junto al deporte nunca dejó de estudiar.
“Tenía claro que quería jugar al fútbol. Me encanta leer, me gusta estudiar y en algún momento se troncaron los caminos. Cuando estaba en Newell’s jugué al lado de Berizzo, Pochetino, Franco, Gamboa, Sáez. Y justamente con el Toto Berizzo comenzamos derecho. Antes me anoté en cuatro universidades, pero ninguna tenía que ver con mi profesión. Luego por el tema de acercarme a través de la mamá de mis hijos me di cuenta que la abogacía era otra de mis pasiones”, indicó el entrenador.
Hasta que en un momento tuvo que optar y casi obligatoriamente se volcó al derecho, sin dejar de lado su pasión por el fútbol.
“Cuando jugaba en Central Córdoba el fútbol era mi prioridad. No me costaba estudiar. Pero en el camino se cruzó Ramaciotti y raíz de un malentendido me dijo que no iba a jugar en ningún equipo que él dirija. Por ese entonces estaba en cuarto año de abogacía y el sueldo de un jugador de Central Córdoba era de 400 pesos. Me ofrecieron ir a jugar al campo por 500 dólares y a su vez una compañía de seguro me ofertó la misma plata”, subrayó el DT.
Sus primeros pasos en la carrera de abogado los dio en Buenos Aires.
“Los primeros años como abogado los di en Capital Federal. Fue muy bueno para mi carrera, aprendí muchísimo”. En cuanto a su vida como entrenador la primera experiencia la hizo en Griffa. “Hice el curso de técnico, lo terminé y arranqué dirigiendo en Griffa, luego pasé a Central Córdoba y más tarde recalé en Provincial”.
En cuanto a las injusticias dentro del campo de juego el técnico tiene una mirada especial.
“A mis jugadores les enseño a que no hablen con los árbitros. Generalmente uno ve dos caminos y yo veo cien caminos para resolver algún problema. Eso me lo enseñaron los errores que cometí en mi vida. Uno aprende de los errores, algo que también se traslada al fútbol”, expresó Dellepiane.
Y agregó: “Acá en Provincial me está costando porque la cultura del club desde hace años es echarle la culpa al otro”.
Provincial es la primera experiencia de Dellepiane como técnico de primera división. “Me encontré con un mundo que lo viví como jugador. En Bancario jugaba con Alejandro Fiorina. Las canchas son durísimas y los árbitros a veces se sienten presionados. Pero como técnico es mucho más difícil. Todos los partidos me dan ganas de ponerme la camiseta”, explicó el técnico.
“Mi sueño era dirigir la primera división. A los chicos les hice una lista que debían cumplir para salir campeón y no les gustó para nada. Entonces tuve que empezar a negociar. Algunos jugadores no me quieren y eso es algo que uno tiene que saber manejar. De todos modos a mí no me importa que me quieran si no que cumplan en el campo de juego”, sostuvo Dellepiane.
“Mis jugadores juegan en el interno del club y a veces priorizan el interno antes que la primera local, y yo no puedo reprocharles demasiado porque son valores que respeto”, manifestó sobre la problemática que lleva el entrenador con sus dirigidos.
Por último, Dellepiane tuvo palabras de agradecimientos para su mujer Raquel, su hijo Juan Diego, su hija Sol y para la hija de su mujer, Oriana.
“La familia es todo. Es la que sostiene todo. Se alegra con uno, llora con uno. Es lo más importante que uno tiene” señaló sin dejar de mencionar el amor por sus padres y sus hermanos.
Participó de dos Mundiales de abogados
Gustavo Dellepiane cumplió el sueño de todo jugador al participar de dos mundiales. El técnico de Provincial participó del Mundial de abogados disputado en Hungría en 2004 y en Turquía 2006, pero con la particularidad que en el primero participó por Argentina y en el otro por Alemania.
“Me convocó un técnico de la selección que venía jugando mundiales. Me impactó la organización que tenían. Una semana antes del Mundial en Hungría hicimos una especie de pretemporada en Suiza para aclimatarnos al horario y al clima de Europa. Todo fue muy serio, muy profesionales. En la previa a la competencia jugamos amistosos contra equipos de primera división de Suiza. Me costó mucho el cambio de horario. Cuando fuimos a Hungría eran todas canchas de primera división. Había cuarenta países. Salimos décimos”, expresó Dellepiane.
“Durante ese Mundial me hice amigos de los alemanes, aunque tenía cierto recelo por lo ocurrido con las nazis. Pero cuando conocía estos chicos cambió un poco mi postura” agregó. Y luego explicó porqué cambió de bando para disputar la competencia en Turquía dos años más tarde.
“Me invitaron a jugar el próximo mundial para ellos. Había espónsor, eran casi profesionales. Lo malo es que tuve que enfrentar y eliminar a los argentinos. Fueron dos experiencias increíbles”, concluyó Dellepiane.