No pudo ser. Pero por más que siempre duele perder y más cuando hay una estrella en juego, lo sucedido en el Madre de Ciudades no empaña para nada un año fenomenal. Es que fue tan importante haberse quedado la semana pasada con un título de liga después de 36 años que el revés ante River no dolerá más de la cuenta. Central no pudo conseguir lo que hubiese sido el segundo éxito en una semana, el decimotercero en su historia. El choque entre los campeones del año quedó en manos del equipo de Martín Demichelis y fue más que merecido.
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El Canalla se vio superado de principio a fin. No tuvo con qué contrarrestar la gran diferencia física y de jerarquía que mostró el rival. Con sus armas, las que lo llevaron al título la semana pasada, intento jugar, pero nunca pudo.
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El primer tiempo fue todo de River. Central se vio totalmente superado por el equipo de Núñez, quien le creo ocho situaciones claras de gol. Desde el arranque el protagonismo fue del Millonario, que fue decidido hacia el arco del bueno de Broun.
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Al Canalla le costó horrores cortar los circuitos de juego del rival. Toledo y Ortíz no hicieron pie en casi ningún momento, Lovera ayudaba poco a Komar y todo se jugó en el campo canalla. Antes del gol de Colidio, River ya había pegado dos tiros en los palos y había hecho figura a Fatura.
La primera reacción ofensiva de los de Russo fue a la media hora cuando el remate de Campaz desde fuera del área encontró bien parado a Armani. Luego Martínez Dupuy tuvo un cabezazo desviado y un tiro que encontró buena respuesta del arquero oriundo de Casilda. A Central le faltó generación de fútbol, ya que los que saben con la bocha casi que no se pudieron encontrar.
El tanto millonario llegó luego de que Barco anticipara a Toledo (de muy flojo primer tiempo) y una vez que Solari desbordó a Sández, el rubio centrodelantero ingresó por detrás de los centrales y marcó, poniéndole justicia a la primera parte del juego.
Para el complemento Russo mandó a la cancha a O’Connor buscando otro funcionamiento en la mitad de la cancha. De arranque estuvo cerca de la igualdad, pero fue una jugada aislada, nada más. Es que River rápidamente volvió a tener la pelota y encima al Canalla se le hizo más cuesta arriba cuando se quedó sin Campaz por doble amarilla.
El golazo de Nacho Fernández sentenció el Trofeo de Campeones mucho antes del final. Así y todo Central terminó haciendo un digno partido ante un equipo que lo superó de principio a fin y fue por lejos el más regular y superior a lo largo de todo el año.
Ahora llega el momento de descanso para el plantel auriazul, un grupo de jugadores que ya quedaron en la historia grande del club de Arroyito por lo logrado la semana pasada en el mismo escenario pero por la Copa de la Liga. Es que más allá de lo que pasó esta vez, Central tendrá un gran cumpleaños número 134, una bella Navidad y un fin de año de levante de copas por lo conseguido en este 2023.
