Para ser competitivos en el primer nivel hay que tener regularidad y Los Pumas no la tuvieron, al punto que regalaron un tiempo y medio ante un rival de enorme jerarquía como Sudáfrica. Y aunque se estuvo cerca de la hazaña con eso no alcanza: fue triunfo de los Springboks por un contundente 36 a 20 en el estadio Libertadores de América, que lució acorde a un test match de semejante magnitud. El próximo sábado la revancha será en Durban por la sexta y última fecha del Rugby Championship.
Con un arranque explosivo y con determinación, Los Pumas fueron los encargados de abrir el marcador y ponerse arriba con un penal del rosarino Emiliano Boffelli a los ocho minutos, generando mucha expectativas en la hinchada, ya que hasta ese momento el único protagonista dentro de la cancha era el seleccionado argentino.
Pero Sudáfrica esperó su momento y despertó en el instante que se reanudó el juego tras la patada exitosa del ex Duendes. Con todo el oficio que tiene un seleccionado de la jerarquía de los Springboks, últimos campeones del mundo, de a poco comenzó a dominar el trámite. Primer paso en el contacto, un aspecto del juego que a Sudáfrica lo apasiona, luego tomar buenas decisiones, quizás este seleccionado dirigido por Jacques Nienaber no es vistoso o tenga destellos de rugby champagne, pero es efectivo y el ABC lo hace a la perfección: gana los duelos, tiene obtención y es disciplinado.
Tras igualar con un penal de Damian Willemnse, tres minutos después de la sumatoria criolla y con el score 3 a 3, Sudáfrica fue amplió dominador del encuentro. A los 20 minutos llegó el primer try de la tarde, infracción de Santiago Carreras y el árbitro kiwi otorgó la pena máxima para la visita que sumaba de a siete (3-10).
Con mucho esfuerzo y pocas luces hubo respuesta argentina, otra vez Boffelli sumaba de a tres 6-10). Aunque la alegría de estar cerca en el marcador fue efímera, ya que otra vez, Sudáfrica impulsada por el rigor físico fue generando los huecos en la defensa para llegar a un nuevo try, a través de Jaden Hendrikse (6-22).
En el cierre de la primera etapa, Los Pumas tuvieron un line en cinco metros, que por un error se desperdició y nuevamente la visita tomó posesión de la pelota.
Cerca del pitazo final, Argentina se salvó de recibir otro try, gracias al TMO se le anuló una la tercera conquista a Sudáfrica, por un knock on previo, y así se fueron los primeros cuarenta minutos, con la visita ganando por 22 a 6.
El complemento tuvo un comienzo muy aburrido, con predominio argentino y con una sorpresiva quietud sudafricana.
Recién a los 25 minutos, Argentina llevó real peligro, con dominio total, gracias a un try penal evidenció un cambio de actitud (13-22).
Con dicha conquista el público se levantó y empujó al equipo a ir por más. Sin poder quebrar en los duelos, pero aprovechando el hombre de más, el seleccionado local logró achicar las diferencias a dos puntos, con el try de Matías Moroni, en una buena jugada, de esas que se necesitan para poder ganar pero que ayer en Avellaneda escasearon, Los Pumas dejaban la chapa 20 a 22, con doce minutos por jugar.
Sintiendose amenazados, los Springboks otra vez sacaron de su amplio repertorio de recursos, volver a imprimir rigor físico, llevar nuevamente a Argentina al terreno de la indisciplina, y con algo de suerte llegaron dos tries que demolieron el poco empuje argentino que quedaba, para cerrar una victoria por 36 a 20, que deja a Sudáfrica con chances de ser campeón del Championship.
En tanto, para Argentina queda mucho por trabajar y con urgencia volver a jugar como lo hizo en la mayoría de los partidos del ciclo Cheika: más ordenado, más disciplinado y con más regularidad.
Ovacionado
Ni bien asomó al césped de la cancha de Independiente, el australiano Michael Cheika fue recibido con honores por el público que ingresó con muy buen tiempo de antelación del inicio del encuentro. Pese a que lleva al frente de Los Pumas por tan solo ocho partidos (cinco de local), Cheika ha generado un vínculo con la hinchada argentina que ha muchos –incluso entrenadores locales- les costó mucho más tiempo.
Aplausómetro
Al momento de presentar a los jugadores locales se encendió el aplausómetro de El Hincha: de los quince titulares todos tuvieron el reconocimiento del público presente en Avellaneda, pero el top 3 fue para Pablo Matera, que le ganó al rosarino Emiliano Boffelli por muy poco y completó el podio el entrerriano Marcelo Kremer.
Trapitos dolarizados
En los alrededores del Libertadores de América, aquellos que llegaron en auto particular se vieron con la novedad que los trapitos para “cuidar” el vehículo tenían una tarifa elevada, incluso para los propios porteños, algunos llegaron a pagar 4.000 pesos y el rumor que otros habían pagado hasta cinco mil pesos por la extorsión de los cuida coches.
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