El autor del doble atentado del pasado 22 de julio en Noruega, Anders Behring Breivik, exige la dimisión del gobierno y del estado mayor, así como la abdicación del rey de Noruega, para brindar más informaciones a los investigadores, informó la televisión pública noruega NRK.
Además de la dimisión de –entre otros– el primer ministro, Jens Stoltenberg, y la abdicación del rey Harald V, el ultraderechista noruego de 32 años reclamó ser nombrado a la cabeza del Ejército en su segundo interrogatorio el viernes, indicó NRK el fin de semana.
Si bien la Policía rechazó sus exigencias, el autor de las matanzas que dejaron 77 muertos en Oslo y en la isla de Utoya, finalmente cooperó en el interrogatorio de diez horas.
El sábado último, en una entrevista con la agencia AFP, el jefe de la investigación judicial Paal Fredrik Hjort Kraby dijo que Breivik se mostró “muy dispuesto” a responder a las preguntas de la Policía, con excepción de un tema: las otras “células” de su organización cuya existencia había evocado anteriormente.
En detención preventiva en una prisión de alta seguridad por un periodo renovable de ocho semanas, Breivik debe ser examinado por psiquiatras para determinar si es penalmente responsable. Los resultados de este examen realizado por dos médicos noruegos deben ser entregados de aquí a noviembre.
La semana pasada, su abogado había afirmado que su cliente probablemente fuera “demente”, pero consideró prematuro decir si sería ésta la base de su defensa.
Explosivos por internet
Anders Behring Breivik, autor de la matanza del 22 de julio en Noruega, compró en e-Bay azufre para explosivos, así como otros materiales que usó en los atentados, afirmó ayer el semanario inglés Sunday Telegraph.
Según el periódico, que indica haber consultado sus compras en línea de los últimos meses, Breivik compró en noviembre unos 500 gramos de azufre en polvo para fabricar explosivos a un vendedor de Enfield, al norte de Londres, usando una cuenta en e-Bay.
También compró en esa página web herramientas, entre los que se encontraba un tornillo de banco que le vendió una empresa de Sheffield (norte).
Además, compró por internet un arma y accesorios para la misma a vendedores de China y Estados Unidos.
“Cuando oí las informaciones sobre lo que había hecho (Breivik), me chocaron y horrorizaron, pero cuando el Sunday Telegraph dijo que yo estaba involucrado sin desearlo (…) me chocaron y horrorizaron diez veces más”, declaró el vendedor de azufre Andrew Christou al periódico.
Breivik, un noruego de 32 años que se considera en una cruzada contra la “invasión musulmana” en Europa, reconoció haber detonado una bomba en el barrio de los ministerios, en pleno centro de Oslo, y ser el autor de la matanza de la isla de Utoya, donde las juventudes laboristas se encontraban celebrando unos campamentos de verano.
Los dos ataques dejaron un total de 77 muertos, principalmente jóvenes, según el último recuento de la Policía.