Nuevamente un taxista alcoholizado volvió a dar la nota. Anteanoche, apenas pasadas las 22, una pasajera que concluyó su viaje en la zona de Fisherton denunció que el chofer estaba algo pasado de copas. La información, acompañada del número de chapa, fue replicada por el concejal Roberto Sukerman en una red social solicitando la intervención del Centro de Monitoreo, desde donde se localizó el vehículo en cuestión. El conductor fue sometido al test de alcoholemia, que registró un valor por demás de elevado, siendo que está estrictamente prohibida la ingesta de alcohol para la conducción de un servicio público. La Secretaría de Servicios Públicos municipal analizará hoy las sanciones pertinentes.
El hecho tomó trascendencia a las 22.20 de anteanoche cuando el edil kirchnerista publicó en su cuenta de Twitter (@robertosukerman) un mensaje notificando al director de Tránsito de Rosario, Gustavo Adda, sobre la presencia de un taxista conduciendo en estado de ebriedad. En el mensaje se incluía el número de chapa para poder realizar un seguimiento del rodado gracias al servicio de GPS, uno de los principales ejes de conflicto entre un grupo de taxistas y municipio (recuadro), y las cámaras de seguridad.
De este modo, el caso pasó a manos de los agentes de la Secretaría de Control y Convivencia Ciudadana quienes detuvieron la marcha del auto en avenida Belgrano y Guido, haciendo que el pasajero que llevaba siguiera en otro taxi.
En el momento, el hombre, de 47 años y con carnet de relevante 5548/14 fue sometido a un test en el que registró un nivel de 1,97 de alcohol por litro de sangre (el máximo permitido para la conducción de un vehículo particular es de 0,5, mientras que ese número se reduce a cero para el caso de los choferes de servicios públicos).
“Las actuaciones del caso fueron derivadas a la Secretaría de Servicios Públicos que determinará mañana (por hoy) las sanciones que correspondan. Por otro lado, quedó incautada la chapa del taxi y el vehículo fue remitido al corralón”, contó a El Ciudadano Pablo Seghezzo, titular de la repartición encargada de coordinar los operativos de control.
El funcionario reiteró la importancia, “como lo fue en esta ocasión, de que todos los taxis cuenten con el sistema de GPS”, al tiempo que disparó contra el “grupo minoritario” que se opone a la implementación de esta tecnología por considerar que el Ejecutivo debe hacerse cargo de los gastos de instalación. En referencia a ello, agregó: “Los ciudadanos tienen que conocer que dicho sistema ya se encuentra incluido en la tarifa del servicio”.
Horas después, Sukerman volvió a publicar un mensaje en el que resaltó el rol de inspector por parte de la ciudadanía.
“Lo bueno de difundir lo de anoche es que cualquiera puede denunciar, no sólo alguien que tiene un cargo. Las redes sociales las usamos todos”, expresó el edil justicialista al tiempo que recordó el proyecto Rosario Alerta 2.0, aprobado en abril en el Concejo Municipal pero que aún no fue puesto en funcionamiento, para la creación de un sistema de seguridad que integra cámaras de videovigilancia, botones de pánico, GPS, teléfonos celulares, posnets, internet y redes sociales.
Segundo caso
Un hecho similar se había registrado la mañana del domingo 25 de mayo, cuando un conductor a bordo de un taxi circuló por el centro de la Calle Recreativa en total estado de ebriedad.
En aquel momento, el test de alcoholemia arrojó un valor de 2,26 y los oficiales del Comando Radioeléctrico requisaron botellas de gin y vodka del interior del rodado.
Clara García: “Lo del GPS ya no tiene vuelta atrás”
La discusión en cuanto a la implementación del sistema de seguimiento satelital se recalentó la semana pasada luego de que la Asociación de Conductores de Taxis se movilizara para rechazar la instalación obligatoria de este dispositivo en cada una de las unidades.
En rigor, solicitaron la intervención de la Corte Suprema de la provincia por considerar inadmisibles los fallos de la Justicia que ratifican la obligatoriedad de cumplir con la ordenanza.
En contestación a ello, la titular de la cartera de Servicios Públicos, Clara García, otorgó el viernes un lapso de 48 horas para contratar el servicio de GPS.
“O lo hacen o entregan las chapas en caución. Si no cumplen con esto ingresarán en lo que se llama causal de caducidad de la licencia. Estos taxistas ignoran la gravedad de lo que pasa», aseveró la funcionaria, quien detalló que la normativa ya es acatada por el 90 por ciento de los trabajadores.