Yanina Vera tenía 32 años, estaba embarazada e iba a ser mamá por primera vez. En la semana 35 de la gestación fue diagnosticada con preeclampsia (presión arterial alta en el embarazo) en el Hospital Ferreyra, ubicado en barrio Rogelio Martínez, en la ciudad de Córdoba.
Tras permanecer 48 horas internada sin los controles adecuados y sin acceso a información sobre su diagnóstico médico -según consta en la denuncia-, la joven fue derivada a la clínica Caraffa para que le practicaran una cesárea de urgencia, ya que en el hospital no había cama de neonatología. Una vez en el otro nosocomio, tampoco le habrían realizado las ecografías correspondientes. A los seis días de dar a luz, en julio del 2018, su bebé murió.
La mujer radicó la primera denuncia por violencia osbtétrica en el fuero especializado de Violencia Familiar y de Género de la Justicia de Córdoba en contra del hospital Ferreyra, a la clínica Caraffa, a los directivos de Apross y a tres profesionales de los dos centros de salud.
«Estuve todo ese fin de semana sin ecografías, sin nada, sin controles médicos. Sufrí un montón de violencia en mi cuerpo de parte de los médicos, y destrato. Además me mandaron a la Caraffa como si fuera una cosa. Allá tampoco me hicieron ecografías», contó Vera a Mitre Córdoba. Además, dijo que fue derivada sin su historia clínica y sin los detalles de la enfermedad diagnosticada.
«El 30 de julio nació Caetano. Nació bien. Como era un poco más chiquito, estaba en incubadora. Tenemos fotos. El bebé jugaba, se reía. Me dieron el alta y me dijeron que para que él subiera de peso se iba a quedar el fin de semana y que el lunes o martes se iba de alta, porque estaba bien. Y después nos avisaron que había fallecido», agregó la mamá del bebé.
“La denuncia es por violencia física, psicológica y simbólica que se expresa en lo institucional y en lo obstétrico”, indicó Lola Guerra, abogada de Vera, a Canal 12.
En ese sentido, la abogada especificó que se violaron las leyes de Parto Respetado, la de Derechos del Paciente y la de Violencia contra las Mujeres, y tratados internacionales de derechos humanos que amparan a las mujeres en la atención sanitaria.
«Nunca le explican nada, y esto es un punto importante. La falta de información sobre la atención médica que una está recibiendo y el no poder tomar decisiones es violencia obstétrica, y luego la someten a una cesárea sin el acompañamiento de su pareja. Le hacen chiste sobre su edad, que era vieja. Estamos hablando de una mujer que tenía 32 años», relató Guerra a Canal 12.
«Luego, pasan 12 horas hasta que la mujer puede tener contacto con su bebé. Su papá nunca lo pudo tener en brazos, hasta que el bebé fallece. Lo fuerte que es para un padre no poder tocar a su hijo. Todo lo que estamos denunciando consta en prueba documental y testimonial. Nunca les informaron porqué muere el bebé. Hay indicios que cambiaron cuatro veces la causa de muerte en el certificado de defunción. Además, le dijeron a la familia que habían puesto mucha expectativa en este niño», agregó la abogada.