La tentación de obtener la licencia de conducir sin pasar por los exámenes físicos y teóricos es grande, y hay un mercado negro que abastece carnés apócrifos a quienes buscan echar mano al volante sin probar que están capacitados. Pero la mentira suele tener patas cortas y periódicamente son detectados esos documentos falsos durante los operativos de tránsito realizados en la ciudad. Ayer, la Municipalidad realizó en Tribunales la primera presentación del año con 19 denuncias contra conductores descubiertos en esa ilegalidad. Es una práctica habitual del Ejecutivo local, que en promedio cursa unos 50 trámites anuales de este tipo.
La presentación de ayer corrió por cuenta de la abogada Carolina Oitana. Las denuncias están derivadas de las licencias adulteradas que se retuvieron en distintos procedimientos de tránsito. Lo que ocurre es que la Dirección de Tránsito acumula varios casos y presenta el “paquete” ante la Justicia para que ésta actúe. Previamente, apenas se retiene el carné sospechado de falso, se inicia un expediente administrativo y se confirma a través del sistema informático que ese documento no está registrado. Recién tras esos pasos se elevan las denuncias, que suelen ir en tandas conteniendo entre 10 y 12 casos. Esta vez fue un poco más: 19.
Los delitos que se pide investigar van desde falsedad de instrumento público y uso de documento público falso hasta el de defraudación a la administración pública, porque por la confección del carné por las vías correctas hay que abonar un arancel que en este caso se evade, si bien el conductor infractor termina pagando más dinero al “fabricante” del documento trucho.
Las denuncias son tomadas por distintos jueces, porque se toma en cuenta la fecha del decreto administrativo interno que autoriza la denuncia respectiva de cada hecho.
En promedio, la Municipalidad presenta en Tribunales medio centenar de denuncias contra conductores a los que se les encontró el registro fraudulento. Pero hace cinco años hubo un pico de casos. A mediados de 2007, el Ejecutivo local logró incautar 134 licencias apócrifas en poder de motociclistas, automovilistas, camioneros y hasta peones de taxis.
La trama ilegal fue descubierta cuando los mismos portadores de los carnés ilegales concurrieron al Tribunal de Faltas a pagar multas o solicitar el libre deuda de sus vehículos. De la investigación surgió que los “gestores” que ofrecían saltear los pasos legales tentaban a sus “clientes” en las colas que se forman en los distritos municipales para tramitar los documentos.