Venado Tuerto es la segunda ciudad más importante en cuanto a población del sur santafesino, ubicada en el departamento General López, es conocida, también, por ser la capital nacional de la semilla. No sólo es un centro de producción agropecuaria de primer nivel sino que, además, cuenta con un parque industrial de 100 hectáreas con empresas siderúrgicas, mecánicas y textiles. Sin embargo, tras la histórica pujanza de sus habitantes, ahora se asoma al abismo de la disgregación social que propone el narcotráfico, que se extiende como una metástasis por el territorio nacional y, en particular, por los centros urbanos del litoral.
Catorce balazos impactaron en el frente de una casa ubicada en el barrio Gutiérrez el martes 29 de marzo. Sospechan de un ajuste de cuentas entre delincuentes o una advertencia narco. Además, la línea de investigación de los fiscales del sur santafesino, dirigidos por Matías Merlo, apunta a que hubo un operativo para balear la casa del intendente Leonel Chiarella quien semanas atrás había denunciado con nombre y apellido a conocidos delincuentes de la ciudad, que habrían ofrecido hasta cien mil pesos a un sicario para cometer el hecho.
Chiarella es un intendente joven, de 33 años, radical y está dispuesto a dar pelea con los vecinos de su ciudad para que la delincuencia no se apodere de sus calles. Sin embargo, en los últimos meses el escenario de violencia se potenció y el delito creció exponencialmente junto al número de balaceras en el distrito.
El jefe comunal reafirmó lo expresado semanas atrás cuando acompañado por víctimas del delito sostuvo: “Estoy convencido de que uno de los motivos de la inseguridad es la impunidad. Esa impunidad que genera impotencia, por no entender determinadas decisiones de quienes también son responsables de la seguridad, que son los jueces. Quienes deciden si un delincuente queda en libertad no es un intendente, no es un concejal, no es un legislador, es un juez”.
—¿Cree usted que Venado Tuerto posee los mismos problemas que la ciudad de Rosario en materia de inseguridad?
—Venado Tuerto aún no sufre los mismos problemas que Rosario pero si observamos un avance en modalidades delictivas relacionadas con el narcotráfico. Las coincidencias pueden deberse a lo que ocurre en Rosario que está, tan sólo, a 160 km. y la cercanía es estrecha con nuestra localidad. Entendemos que una de las cuestiones más complejas son las balaceras y los ataques que se planifican dentro de la cárcel. Esto demuestra la impunidad con la que se manejan los delincuentes que tras los barrotes continúan organizando y planificando robos, ataques y diferentes situaciones delictivas.
—Su administración está decidida a combatir la delincuencia pero ¿se siente acompañado por las autoridades judiciales?
—Nosotros lo venimos haciendo desde hace años y los delincuentes y narcos fueron denunciados con nombre y apellido. Por eso, planteamos públicamente, que los jueces se tienen que hacer cargo de esta realidad que les toca. Si un delincuente queda en libertad o queda preso no es responsabilidad de un intendente, de un concejal, sino de un juez. Los jueces definen esto y, lamentablemente, aplican el concepto de puerta giratoria y esto genera impunidad y miedo entre los vecinos que conocen los que son ladrones, quienes son los que ingresaron a sus hogares pero no quieren denunciarlos porque saben que va a haber un juez que los va a hacer ingresar por una puerta y salir por otra y, encima, después esos mismos delincuentes van a amedrentar a los vecinos que se animan a denunciar. Así que, para proteger a esos vecinos, fuimos nosotros los que salimos a denunciarlos con nombre y apellido para protegerlos y representarlos. Pero le estamos pidiendo a los integrantes de la Justicia un mayor compromiso. Que salgan de sus oficinas, se involucren con la gente que está sufriendo. No puede ser que el Poder Judicial gocen de tantos privilegios, económicos, por su función y, el mayor privilegio que poseen que es el anonimato, porque nadie los conoce.
—¿Cuál es la situación actual de las denuncias que formuló?
—La situación por las denuncias realizadas las estamos monitoreando y avanzan. Se están investigando. Y se descubrió que un narco detenido estaba ofreciendo 100.000 pesos para balearme mi casa. La verdad que no tenemos miedo y estas situaciones no nos van a amedrentar. Lo que estamos denunciando es real y por esta razón se producen estas reacciones violentas.
—¿Cuáles políticas deberían implementarse desde la provincia y la Nación para ir en ayuda de la población de Venado Tuerto?
—Las políticas que necesitamos son las de una mayor presencia policial, mas patrullajes y que desde los poderes políticos provinciales y nacionales se mejoren las investigaciones y exigirles a la Justicia que cumpla con su rol de perseguir a los delincuentes para desbaratar sus bandas. El control sobre el servicio penitenciario es fundamental, tanto en la provincia como en la Nación. No puede ser que los delincuentes estén más protegidos dentro de la cárcel que fuera de ella y esto tiene que ver con corrupción y complicidad de algunos agentes que debieran controlar que estos hechos no ocurran y que generan impunidad. Los delincuentes se sienten con más derechos y más poderosos para llevar adelante sus delitos.