El Puerto de Buenos Aires fue, hace casi 200 años, uno de los ejes de disputa de poder por la conformación del país. La grieta primigenia, aquella de unitarios y federales, en donde el centralismo porteño quería adueñarse de la renta aduanera; mientras que el resto del país peleaba por su nacionalización, tiene hoy un nuevo capítulo. En 2019, y a poco de concluir el mandato, el gobierno nacional de Mauricio Macri está a punto de reeditar el contrapunto: esta vez la gestión de Cambiemos busca traspasarle el manejo del puerto a la ciudad de Buenos Aires, con un objetivo de fondo que tiene que ver con achicar y trasladar la terminal fluvial, terminar de privatizar su funcionamiento y utilizar las tierras para millonarios negocios inmobiliarios.
Desde los gremios navales advierten la movida: privatizar las terminales que hoy se encuentran en manos del Estado, entregando el manejo de la totalidad de la salida de la producción por el puerto más importante del país a empresas privadas vinculadas al “amigo del alma” del presidente Nicolás Caputo, destinar más de 110 hectáreas del denominado Puerto Sur y la isla Demarchi al negocio inmobiliario de un “Puerto Madero II”, poniendo en jaque 10 mil empleos directos y otro tantos indirectos. Todo esto a menos de dos meses de finalizar el gobierno y a través de un Decreto de Necesidad y Urgencia. El adverso panorama que arrojaron las urnas para la alianza gobernante hizo que se acelere la operatoria.
Para visibilizar este reclamo, la Federación Marítima, Portuaria y de la Industria Naval de la República Argentina (Fempinra) marchó hace unos días a la sede porteña de la Administración General de Puertos.
La movida de pinzas se completa con la nueva licitación de la concesión del Puerto. Es que en 2020 vencen las vigentes, divididas en tres zonas a cargo de tres empresas. El nuevo pliego solo dispone un solo concesionario y ya deja afuera las tierras que pretenden destinarse al negocio inmobiliario. La apertura de sobres está prevista para el 2 de diciembre, 8 días antes de que finalice el mandato de Macri.
El titular del gremio de Dragado y Balizamiento sección Rosario, Edgardo Arrieta, en diálogo con El Ciudadano, expresó: “Denunciamos el intento del gobierno de la Nación que a través de un DNU quiere pasar las tierras del Puerto al gobierno de la ciudad de Buenos Aires”.
Arrieta advierte que en esta movida entre la gestión Macri y la de Horacio Rodríguez Larreta están los “intereses de un amigo en común, Nicolás Caputo”. El gremialista se refiere al “negocio” de privatizar las terminales que aún mantiene el Estado y la totalidad del puerto a una empresa de Singapur (PSA) acercada por el “amigo del alma” del presidente en su doble rol de cónsul de ese país asiático y representante de las empresas de Singapur en la Argentina.
De todos modos, el gremialista admitió que el proceso de achicamiento no comenzó con Cambiemos: “Le han cedido a la ciudad gran parte del Puerto. El que conoce Buenos Aires sabe que al costado del hotel Sheraton antes había parte de los ferroportuarios y ahora está Manuel Tienda León que no tiene nada que ver con el puerto. En su momento también tuvo intenciones el gobierno anterior, Cristina (Kirchner) quiso que la isla Demarchi no existiera más, donde hay un grupo importante de trabajadores desarrollando tareas ahí. Eso quedó en la nada y ahora esta gente nuevamente insiste”.
Sobre el apuro de la gestión Cambiemos por concretar la movida, Arrieta lo atribuyó a “un coletazo de salida” para no “perderse un negocio”.
El secretario general de Dragado y Balizamiento en Rosario advirtió por “dos intereses” en pugna: “El primero es justamente el inmobiliario porque esas tierras valen muchísimo. Y el segundo es quedarse con la parte que aún le pertenece al Estado Nacional para exportar, a través de Caputo, que está con muy buenas relaciones con el Puerto de Singapur”.
Se trata, según Arrieta, de “un negocio para unos vivos”. “De ninguna manera vamos a permitir que a través de un decreto se pierda esto. Hay que hablar también de los trabajadores, ¿a los 10 mil trabajadores los va a tomar la empresa de Singapur con su convenio colectivo? No, acá lo único que pasa es el puerto pelado”. En el corto plazo, la nueva licitación ya pone en riesgo 3.500 puestos laborales.
De todos modos advirtió que avanzar mediante un DNU es “inconstitucional”: “Va a tener un revés como lo ha tenido con bajar los porcentajes de las indemnizaciones por accidentes laborales”.
“La situación está muy clara y serían muy sinvergüenzas si llevan adelante semejante atropello. Estamos hablando de la economía nacional, del mayor puerto del país, el más importante. Quieren privatizando la salida de las mercaderías, el manejo de los contenedores, van a manejar absolutamente todo a través de un grupo de amigos”, advirtió.
Arrieta hizo un racconto sobre la entrega de tierras fiscales que viene realizando el macrismo: “Han entregado el patrimonio. En lo que era Vías Navegables han entregado tierras en Bahía Blanca, en Necochea, en Corrientes, quieren entregar en Paraná terrenos para urbanismo que dejan de pertenecer al sector portuario”. De concretarse el caso del Puerto de Buenos Aires, Arrieta advirtió: “Vamos a salir a las calles con los tapones de punta”.
Industria naval “importada” de Paraguay
Al conflicto en torno a la transferencia a la ciudad de Buenos Aires de los terrenos portuarios de Puerto Sur e isla Demarchi para el desarrollo de proyectos inmobiliarios, se suma la problemática de la industria naval. Los gremios del sector advierten por el reciente acuerdo entre YPF con Paraguay para importar desde el vecino país seis barcazas y dos remolcadores.
“En el tema portuario también hay otra parte que por ahí no se ve, que es la industria naval. Como el gobierno nacional dice que acá los obreros son caros y que no tienen astilleros, entonces recurrió a Paraguay”, denunció Edgardo Arrieta.
El secretario general de Dragado y Balizamiento sección Rosario cuestionó que “YPF hizo un acuerdo para construir barcazas en Paraguay en vez de desarrollar la actividad acá”.
“Son todos negociados que están llevando adelante, siempre en beneficio propio y nunca en lo nacional”, cuestionó al macrismo y agregó que tranquilamente en vez de importar desde Paraguay, las barcazas se podrían fabricar en la Argentina: “Acá tenés el Astillero Río Santiago y en la localidad de Alvear tenés un astillero que se podría reactivar, que en su momento se llegaban a hacer 15 barcazas por mes. Y ahí está abandonado prácticamente”.
El gremialista hizo referencia a la licitación de la petrolera con mayoría estatal YPF para el tráfico Barranqueras-San Lorenzo, en la cual se otorgó a la Naviera Horamar la construcción de seis barcazas y dos remolcadores en Paraguay.
Los gremios del sector advierten que este tipo de decisiones ponen en riesgo fuentes de trabajo nacionales, como también sucede con la demorada renovación de la flota pesquera en astilleros argentinos.