Las empresas multinacionales Glovo y Rappi, que hace un tiempo desembarcaron en Rosario y reciben pedidos on line a través de una aplicación, fueron denunciadas este jueves por no tener habilitación municipal. El concejal Eduardo Toniolli contó que ingresó una denuncia administrativa por mesa de entrada en el Palacio Municipal notificando al Ejecutivo las actividades que hacen las empresas.
El concejal del PJ explicó que le exigen a la Municipalidad que «tome cartas en el asunto, intimando a las empresas a regularizar su situación y –en el caso de que no se adecuen a la normativa local– se inicien acciones legales».
“Realizan una actividad comercial en la ciudad, utilizan el espacio público y facturan sin ningún tipo de habilitación que les permita trabajar. A cualquier hijo de vecino que quiera abrir un kiosco o un almacén se les pide hasta el ADN. A estas dos multinacionales, nada. No vamos contra los trabajadores sino contra las empresas, a que se las intime a cumplir con las normativas a sacar la habilitación, e iniciar acciones legales desde el municipio”, resumió Toniolli.
Gustavo Yedro, secretario General del Sindicato de Cadetes, que se formó recientemente, contó a El Ciudadano que desde hace más de un año presentaron un proyecto en el Concejo en línea con el planteo de Toniolli, pero todavía no le dieron tratamiento. Por eso piden de «manera urgente» que se regularice la situación.
“Estas multinacionales no tiene habilitación y no tributan. Ofrecen un servicio y ni el Ministerio de Trabajo ni la Municipalidad la controlan”, se lamentó el referente gremial.
Rappi y Glovo tienen cada una cerca de 150 cadetes. Son mensajeros independientes integrados a una plataforma desde donde se les asignan los pedidos que realizan los usuarios a través de una aplicación (app).
“Estas empresas siguen trabajando ilegalmente. El Ejecutivo tiene que hacerse cargo y aplicar las sanciones correspondientes, que se adecuen a la ordenanza que regula la actividad”, advirtió Yedro.
El dirigente advirtió que a los distribuidores los obligan a renunciar a todo tipo de derechos laborales. “Estas empresas multinacionales reafirman un modelo de precarización laboral. Siguen haciendo lo que quieren. Nadie se hace eco de nuestro reclamo. No hacen nada a favor de los trabajadores”, aseguró Yedro.
La historia
Glovo empezó a funcionar en España y se extendió a Portugal, Francia e Italia, entre otros países. Luego siguió en Chile, Brasil, Perú y Bolivia. Y desde el año pasado está en Buenos Aires y Rosario.
Rappi, por su parte, surgió en Colombia y se amplió a México, Brasil, Uruguay, Chile, Colombia y Argentina. Más de la mitad de sus ventas se dan en la zona metropolitana de México.
Según informaron desde el gremio de cadetes, los mensajeros de las app cobran por cada envío alrededor de 30 pesos. Es decir, que la cifra es más baja en comparación con otros cadetes, a los que se les paga 70 pesos el viaje.
En el caso de Pedidos Ya, el conocido delivery de comidas, los cadetes están registrados bajo el convenio de Empleados de Comercio. Allí la situación es diferente.
La denuncia de Toniolli en redes
El concejal Eduardo Toniolli utilizó su cuenta en la red social Twitter para contar en detalle su denuncia contra ambas empresas. Y lo hizo con fotografías y hasta un spot televisivo en las escalinatas del propio Palacio de los Leones.
Le exigimos a la Municipalidad que tome cartas en el asunto, intimando a ambas empresas multinacionales a regularizar su situación, y -en caso de que no se allanen a adecuarse a la normativa local- iniciando acciones legales. pic.twitter.com/kniJhpq4y4
— Eduardo Toniolli (@eduardotoniolli) October 25, 2018
Glovo y Rappi violan las normas locales en las narices de las autoridades de Rosario, que tienen menos reacción que los leones de la puerta de la Municipalidad. pic.twitter.com/Q98sEBeIRt
— Eduardo Toniolli (@eduardotoniolli) October 25, 2018