Trabajadores del Hogar de Adultos Mayores “Jorge Raúl Rodríguez”, ubicado en Presidente Perón al 6600, en la zona sudoeste, denunciaron que no se hizo ninguna de las obras prometidas por la provincia para optimizar el funcionamiento edilicio del lugar. Sin embargo, el director de Adultos Mayores, Diego Presiuzo, cuestionó la legitimidad del reclamo y aseguró que “se trabaja a pleno y desde hace años” para dotar de mejoras al edificio.
El pasado 29 de marzo, El Ciudadano dio cuenta de la queja expresada por trabajadores de esta residencia que aloja a más de medio centenar de ancianos. Casi un mes después, Sandra Cabral, delegada de ATE y trabajadora del hogar, renovó la denuncia. “No se hizo nada de todo lo prometido. Nos habían pedido un plazo de siete días hábiles para hacer los trabajos, pero todo sigue igual”.
Uno de los reclamos planteados por Cabral es la falta de instalación de gas, que “no llega a todos los sectores” de la residencia. En ese sentido expresó que “se hizo sólo una parte del trabajo porque, por ejemplo, hay gas natural en la cocina pero falta en el horno; uno solo de los baños, el de hombres, tiene agua caliente, y en el de mujeres no hay ni agua”. Cabral aseguró también que los trabajadores deben “acarrear” el agua caliente para higienizar a los adultos mayores que se hospedan en ese hogar.
También manifestó que “con la tormenta de anoche (por la madrugada de ayer) se mojaron algunos abuelos” por las filtraciones que hay en el techo. “En la tormenta anterior fue peor, se inundaron tres habitaciones”, le dijo ayer a este diario.
Cabral señaló que “es insuficiente” la cantidad de personal en el hogar, ya que “hay una sola enfermera para atender a 56 pacientes”. Y, –añadió–, “esta situación se vio agravada porque en los últimos días ingresó una persona con demencia senil, que requiere un cuidado especial”.
“Después del reclamo que hicimos la vez anterior vinieron a los pocos días y realizaron el tendido de la instalación de gas, pero no llegaron a todos lados. Estuvieron una semana trabajando a full y después desaparecieron. En la cocina hay gas natural, pero falta en el horno”, puntualizó. En ese sentido, aseguró que “de diez estufas que hay en el edificio funcionan sólo 2 o 3, y éste es un lugar muy grande en el que vive gente vulnerable, con un estado de salud delicado”.
La respuesta
Presiuzo, por su parte, refutó las denuncias y aseveró que “se viene trabajando en ese edificio desde hace años con obras de manera permanente”. Además cuestionó la legitimidad del reclamo porque “las notas que llegan a la Dirección están firmadas siempre por la misma persona, y no existe quejas del resto del personal”.
“Me consta que los arreglos se hicieron y hay garantías de ello. Además, cada obra que se hace tiene un tiempo de análisis de presupuestos, no se puede actuar de manera compulsiva. Hay un área técnica que analiza y aprueba las tareas”, indicó, al tiempo que negó haber fijado un plazo concreto para darle una solución definitiva a todos los problemas. “Nunca puse plazos estrictos porque se hacen trabajos de manera permanente. Siempre hay un cuerito de canilla que se afloja”, agregó. En ese sentido, señaló que “existe un plan de obras paralelo con fondos aportados por la cooperadora del hogar, que cubren cualquier urgencia”.
Sobre el reclamo de que falta gas para alimentar el horno del hogar, Presiuzo fue concreto: “Lo único que falta es cambiar el pico para adaptarlo a gas natural. Se invirtieron 64 mil pesos en esa obra. Lo grave es que no se hacen los reclamos por las vías que corresponden: primero van a los medios y después a la dirección del hogar, que se encarga de esas cuestiones. Se saltean pasos porque llegan primero a los medios, que no me escandaliza, pero no me parece que sea lo correcto”.
Según el funcionario, el caso del hogar Jorge Raúl Rodríguez es “especial”, ya que “es el único de los 19 que hay en la provincia que siempre presenta problemas”. Y enseguida aclaró que “en el hogar no hay pacientes, sino residentes, adultos mayores de vida sana, aunque algunos necesiten de más cuidados”. Para los casos más delicados, sostuvo Presiuzo, se gestionan traslados a centros de salud. “La semana que viene se derivarán cuatro personas que necesitan otro tipo de atención, porque el hogar no es un geriátrico, no es un hospital y no cuenta con un plantel de médicos. No hay que olvidarse de que está bajo la órbita del Ministerio de Desarrollo Social, por lo que es un lugar en el que se presta asistencia, contención”, subrayó.
El funcionario descartó que el hogar necesite más personal: “La cantidad es suficiente, sólo que hay que reordenarlos. Ahí aparece otro problema: cuando se plantea hacer un cambio de horarios se produce un chisporroteo, entonces hay sobrecarga de personal en algunos turnos. Además, no todos recuerdan que en 2008 se nombraron nueve cargos. Igual, estas cosas no son para transmitir a la sociedad porque obedecen a cuestiones internas”.
Presiuzo aceptó los problemas de filtraciones en los techos, y en ese aspecto hizo saber que “se van a realizar los reclamos con la empresa que se encargó de los arreglos, pero no es que no se hizo nada”.