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Denunció a padre y hermano por balear su casa y ser narcos

La mujer presentó a la Justicia videos donde asegura se comprueba venta de droga y connivencia de la subcomisaría 21ª.

Una mujer a la que le balearon el frente de su vivienda de barrio 7 de Septiembre el domingo pasado denunció que los autores fueron su padre y su hermano, a quienes también acusó de usar un almacén familiar como fachada para la venta de estupefacientes. Además hizo una ampliación de su denuncia ante la fiscal de Flagrancia Andrea Vega, quien llevará adelante las actuaciones por las balaceras y ordenó la intervención de Asuntos Internos debido a que la víctima sindicó connivencia policial de la subcomisaría 21ª, con jurisdicción en la zona. El hermano de la mujer está relacionado con la barra de Central y tiene como conocido a un célebre pesado de barrio Emaús.

Marisa Roxana M. hizo su primera denuncia el domingo pasado cuando uno de los ocupantes de un automóvil sacó un arma y disparó en dos oportunidades: una de las balas pegó en el frente y la otra en un vehículo que estaba estacionado, indicaron las fuentes judiciales, quienes agregaron que la fiscal Vega ordenó rondas policiales tras este episodio ocurrido en Fresno al 7900. Sin embargo, se ordenó una investigación para determinar si éstas se cumplieron debido a que anteayer volvió a denunciar amedrentamientos y hubo dos detenidos.

Los pesquisas indicaron que anteayer Marisa llamó al 911 porque advirtió la presencia de motociclistas que pasaban con actitud amenazante por su casa. Personal de Comando Radioeléctrico interceptó a dos jóvenes por la zona, quienes hicieron caso omiso a la voz de alto. Ante esta situación se produjo una breve persecución y un enfrentamiento, del cual no se registraron heridos, indicaron los voceros.

A las pocas cuadras fueron detenidos Nicolás Facundo M., de 22 años, y Lisandro Martín L., de 20, quienes serán imputados hoy por la fiscal de Flagrancia por los delitos de resistencia a la autorizada y tenencia de arma debido a que hallaron un revólver calibre 32.

Con respecto a la denuncia contra sus familiares, la mujer sindicó a su padre, Carlos M., y a su hermano Gustavo M., conocido como Toro, como los autores de la balacera al frente de su casa, y dijo también que son vendedores de drogas que utilizan la fachada de un almacén, carnicería y verdulería ubicado en Martínez Estrada y Sánchez de Loria. La denunciante entregó videos donde aseguró se prueba la venta de sustancias ilegales y también de la connivencia del personal de subcomisaría 21ª, ubicada en Ayala Gauna al 7900, a una cuadra del negocio.

En ese marco, las fuentes judiciales indicaron que el material fílmico está siendo analizado por personal de la División Judiciales y Asuntos Internos, cuyos resultados serán enviados a la fiscal a cargo de la Unidad de Violencia y Corrupción institucional. Por su parte, la denuncia sobre venta de drogas también fue presentada por la mujer en el Juzgado Federal.

Toro y los pesados del noroeste

Gustavo Carlos “Toro” M. tiene 42 años y estuvo ligado a la barra brava de Rosario Central. En 2004, fue condenado a 12 años de prisión por el homicidio de Maximiliano Infante, ocurrido el 10 de enero de 2002, en barrio Fisherton.

En 2003, el Toro estuvo mencionado con Gustavo Armando Cárdenas, alias Tuerto y de 45 años, por haberle propinado un culatazo en la cabeza y robarle 50 pesos a un joven en Juan José Paso al 7700. En ese momento ambos estaban relacionados a la pesada canalla. El Tuerto Cárdenas está sindicado como uno de los narcos más importantes de la zona noroeste, y cayó en octubre de 2014 acusado por el homicidio de su tocayo Roberto del Valle Padilla, dueño de la primera cocina de cocaína desbaratada en Rosario y apodado Tuerto Boli, ocurrido en Fisherton en diciembre de 2012. También se lo mencionó en la saga que dejó tres asesinatos ocurridos barrio Emaús y que tuvo como móvil de la disputa el llamado búnker de El Medio, de Tarragona al 1100 bis.

En la denuncia, que se hizo pública a través de un Whatsapp, su hermana sindicó al Toro como quien pagó 25 mil pesos para que asesinaran al Negro Cali, acribillado a tiros el 27 de julio pasado en la puerta de su corralón de Schweitzer al 6900, de barrio Larrea. Carlos Alejandro Paz tenía 44 años y era conocido por todos como el Negro Cali. La investigación tuvo como hipótesis que el móvil del crimen fue una venganza.

El Negro Cali tenía 44 años y había pasado más de una década desde que su nombre se vio vinculado con la célebre banda del Francés, dedicada al tráfico de drogas y liderada por un polaco con residencia en Misiones que está preso, de nuevo, por una causa similar. Con el correr del tiempo terminó sindicado como uno de los alfiles de Esteban Alvarado.

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