Nilda A., una mujer que denunció haber vivido bajo una permanente violencia de género, fue condenada ayer, junto con su hijo Armando F., por los jueces penales del Tribunal Oral de Juicio de 1ª Instancia de Villa Constitución a la pena de 12 años de prisión por el homicidio agravado por el vínculo contra su marido, ocurrido en la mañana del 9 de agosto de 2014.
La mujer fue asistida por el defensor público Facundo Principiano, junto con la representante de la Unidad de Apoyo a Juicios Orales del Ministerio Público de la Defensa de la provincia de Santa Fe, Melisa Andreatta. El Tribunal Oral de Juicio que condenó a Nilda A. estuvo integrado por los jueces Mariel Minetti, Alberto Jesús Rizzardi y Griselda Strologo, mientras que por el Ministerio Público de la Acusación intervino la fiscal Valeria Pedrana, quien había solicitado la pena de prisión perpetua tanto para la mujer como para su hijo, quien estuvo asesorado por una abogada particular, la doctora Mabel Bevaqua.
Entre los argumentos para sostener el pedido de cadena perpetua, Pedrana planteó si la violencia familiar da lugar a una licencia para matar. Ante ello, el defensor público remarcó que Pedrana dio por acreditada la violencia a la que era sometida Nilda A. El letrado trajo a colación la palabra de Alejandra García, derivada del Consejo de la Mujer, quien explicó durante el juicio que el presente es un caso “indudable” de violencia de género sostenida en el tiempo. La profesional también remarcó que hubiera sido “imposible” salir de ese círculo violento dado que Nilda A. no tenía los recursos a nivel subjetivos para hacerlo y que en varias oportunidades su marido se fue de la casa, pero que luego volvía por sus hijos y ella lo perdonaba “porque lo amaba”.
Principiano hizo hincapié en el sufrimiento que su defendida padeció a través de los años. En ese sentido, recalcó que “existen pruebas irrefutables que acreditan la situación de sometimiento crónico y el contexto de violencia de género del que fue víctima”. En este sentido, señaló los numerosos testimonios de personas que durante el juicio oral dieron cuenta acerca de la violencia ejercida contra Nilda A. por parte de “Patalín” –el seudónimo con el que era conocida su pareja en el barrio–. Por ejemplo, varios de ellos relataron la violencia que el hombre presentaba cuando tomaba alcohol.
Durante la mañana del 9 de agosto de 2014, “Patalín” estaba junto a sus dos hijos cuando se desató una violenta discusión en la casa. Nilda A. se encontraba durmiendo y rápidamente despertó por los gritos que provenían desde el comedor. Cuando llegó a ese ambiente de la casa, se encontró con su marido agarrando del cuello a su hijo y con un cuchillo en la mano. Al observar la escena, la mujer decidió ir en ayuda de su hijo. “Patalín” murió por dos heridas de arma blanca.