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Derogaron el Servicio Cívico y protocolos de uso de armas de Patricia Bullrich

Es por una resolución del Ministerio de Seguridad. Cae el permiso para disparar en fuga sin más, y ordenan estudios sobre los efectos de las pistolas electrónicas. Los inscriptos en el voluntariado que el anterior gobierno dejó en manos de Gendarmería pasarán a Salus y otras áreas sociales

El Ministerio de Seguridad derogó este martes los protocolos para el uso de armas de fuego y de las Taser, revocó el Servicio Cívico Voluntario y el programa Ofensores en Trenes, todas medidas que habían sido impulsadas por la ex ministra del área Patricia Bullrich.

La decisión entró en vigencia con lo dispuesto en la resolución 1231 del Ministerio de Seguridad, a cargo de Sabina Frederic, publicada en el Boletín Oficial.

En el artículo 1 de la resolución, se deroga la resolución de Bullrich por medio de la cual se aprobó el Reglamento General para el Empleo de las Armas de Fuego por parte de los miembros de las fuerzas federales de seguridad. El artículo 3 deroga el reglamento para el empleo de armas electrónicas no letales (Taser).

No disparar en fuga y por la espalda

En los considerandos de la resolución, se indica que «autorizar la utilización del armamento letal ante el mero acaecimiento de una fuga, o de resistencia a una detención si quien lo hace no encuadra en una situación estricta de “peligro inminente de ocasionar la muerte» –tal como indicaba el protocolo de Bullrich– atentaba «contra el principio de proporcionalidad y el de racionalidad del uso de la fuerza letal; principios que, junto con la excepcionalidad y la progresividad, rigen el accionar policial en el modelo de un Estado Democrático de Derecho».

«La habilitación del uso de armas letales por fuera de los principios de proporcionalidad, excepcionalidad, racionalidad y progresividad que deben regular su uso, configura una situación de riesgo para las personas víctimas de delitos, para personas ajenas al hecho y para los mismos integrantes de los cuerpos policiales y fuerzas de seguridad», advierte el texto.

Explica asimismo que «este uso ‘irracional’ incrementa la violencia en los hechos delictivos», «convierte en extremo cualquier enfrentamiento» y «estimula, por ende, el uso de armas por parte del personal de las fuerzas policiales y de seguridad y por parte de quienes pretendan delinquir».

Taser, a reglamentar

El texto alude al uso de las armas Taser: ordena que se elabore un protocolo que «regule integralmente las condiciones y recaudos bajo los cuales los cuerpos especiales de las fuerzas policiales y de seguridad que se hallen facultados para el uso de armas electrónicas menos letales, puedan proceder a su empleo, previa capacitación específica».

«La ausencia de regulación sobre cómo debe utilizarse este armamento ocasiona una situación de peligro exponencial –pudiendo transformar su uso en letal–, toda vez que no se delimita claramente la distancia a la que debe ser utilizada el arma, los lugares del cuerpo donde pueden realizarse las descargas, cuánto deben durar las mismas, si pueden reiterarse, la población sobre la cual su uso debe estar totalmente prohibido, cómo proceder ante una posible descompensación, qué controles médicos deben realizarse con posterioridad a fin de no padecer problemas en la salud, entre muchas otras circunstancias», advierte la norma.

Servicio Cívico a la salud y áreas sociales

La norma deroga también la resolución de julio de 2019 que creó el Servicio Cívico Voluntario en Valores, que había sido creado como «un ámbito de cohesión e integración social, dirigido a jóvenes de 16 a 20 años» e implementado por la Gendarmería Nacional, y se instruye para que «los objetivos y componentes del mismo vinculados a la educación, la salud y el bienestar, lo social y lo laboral, puedan ser asumidos y gestionados por las áreas competentes de la Administración Nacional».

En los considerandos, se indica que «las finalidades y funciones asignadas a la Gendarmería no guardan correlación –y mucho menos en el marco de una política pública de seguridad democrática– con los objetivos y fundamentos del Servicio Cívico Voluntario, de tal modo que las tareas encomendadas a esa fuerza son completamente ajenas a las competencias asignadas al Ministerio de Seguridad».

Ofensores de trenes, no van más

El texto de la resolución deja sin efecto la norma que creó el Programa Ofensores en Trenes, por medio del cual los efectivos de fuerzas de seguridad podían solicitar DNI a los usuarios de ese medio de transporte.

La norma interpreta que el programa que deroga «criminaliza a los trabajadores mediante un exceso de controles innecesarios e injustificados», ya que «se trata de una herramienta que pone a disposición de las fuerzas policiales y de seguridad la posibilidad de reforzar criterios de selección y discriminación».

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